La de hoy es una mañana triste. La Policía del PNV, al servicio del estado español, ha vuelto a usar la violencia contra la gente. *Ha sido al amanecer. Parecía una película de nazis atacando el ghetto de Varsovia.

La de hoy es una mañana triste. La Policía del PNV, al servicio del estado español, ha vuelto a usar la violencia contra la gente.

Pero nuestra juventud se ha mantenido firme y ha emprendido un nuevo camino. Es demasiado pronto para saber qué deparara este camino, pero ya podemos apreciar la determinación de construir una verdadera democracia vasca. Nuestra juventuad no aceptará quedarse sin futuro. Nuestro pueblo tampoco.

 

 

Floren Aoiz Monreal

 

 

 

Ha sido al amanecer. Parecía una película de nazis atacando el ghetto de Varsovia. Un pequeño ejército de encapuchados, vestidos de negro como las SS, ha tomado el Bule donostiarra manu militari, acordonándolo para que no pudiera acercarse más gente a Aske Gunea y ha expulsado a los periodistas. Una veintena de tocineras y más de un centener de zipaios, rodeando el muro popular que protegía a los jóvenes, formado por unas 600 personas; sí, esta es la ratio de policías por habitante de que disfrutamos en Euskal Herria. Esta es la “policía popular” y “de proximidad” de la que hablaba Urkullu.

 

 

 

Pasadas las seis y media, los agentes han empezado a llevarse a rastras, uno a uno, a los integrantes del muro popular, que permanecían sentados en actitud de resistencia pasiva, mientras coreaban gritos como «Zuena biolentzia, nazkagarria», «Herriak ez du barkatuko», «Iñigo Cabacas gogoan zaitugu»; también han podido escucharse canciones como «Lepoan hartu eta segi aurrera». Muchos de los que han sido sacados de la carpa han denunciado que la Ertzaintza ha actuado de forma muy violenta. Varias personas han sufrido heridas leves a causa de puñetazos y porrazos recibidos por la Ertzaintza.

 

 

Tras más de dos horas, los agentes han conseguido llegar al corazón de ese muro popular, donde resistían seis de los ocho condenados –Oier Lorente, Mikel Arretxe, Aitor Olaizola, Egoi Alberdi, Adur Otaegi y Ekaitz Ezkerra–, quienes han sido arrestados entre gritos de apoyo de los presentes. Además, han detenido a otras dos personas, acusándolas -con todo cinismo- de «atentado a la autoridad» (según fuentes del Departamento de Seguridad citadas por Europa Press y Efe). Una vez que han concluido los arrestos, la policía vascongada ha continuado en el lugar controlando todos los accesos y salidas al Boulevard e identificando a los jóvenes que se han quedado allí. Poco antes de las 10.00 se han marchado, mientras la multitud cantaba «Eusko Gudariak».

 

Culmina aquí otro episodio más de la feroz represión política a la que sigue sometido este pueblo, tanto por parte de los herederos del franquismo en Madrid, como por sus fieles lacayos regionalistas del PNV en Gasteiz. Otro episodio más de la estrategia de guerra en la que sigue anclado el estado español, frente a las legítimas aspiraciones políticas de este pueblo.

 ¿Aún no queda claro quién desea la paz y quién no?