sábado, 1 de junio de 2013

LA MARCA ESPAÑA: MARÍA ATXABAL, UN NUEVO CASO DE TORTURAS

LA MARCA ESPAÑA: MARÍA ATXABAL, UN NUEVO CASO DE TORTURAS

España ha sido condenada por torturas una vez más. Esta vez no ha sido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ya ha condenado a nuestro país por los casos de Mikel Iribarren, Mikel San Argimiro o Martxelo Otamendi, víctimas de la violencia policial y de unas leyes que promueven y amparan la tortura. En esta ocasión, la condena procede del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Detenida en 1996, María Atxabal fue torturada por la Guardia Civil durante el período de incomunicación contemplado por la legislación antiterrorista. Su testimonio es estremecedor: golpes, amenazas de muerte, simulacro de violación con una botella. Su hija adolescente sufrió el mismo suplicio en una habitación contigua. Los gritos de ambas se mezclaron durante varios días de terror e impotencia. Es una técnica habitual para destruir psicológicamente a los detenidos. De hecho, María Atxabal aún sufre estrés postraumático. Los grandes medios de comunicación eluden la noticia, pero destacan en titulares que el gobierno aprueba controles preventivos en internet para garantizar la seguridad internacional. Se pretende erradicar “el proselitismo y la propaganda terrorista”. Muchos consideramos que se pretende erradicar cualquier forma de disidencia o resistencia en un país donde el Banco de España ha pedido la supresión del salario mínimo y se prevé un incremento del paro en 2014, que escalaría hasta un 28%, agravando el sufrimiento de las familias en riesgo de exclusión social. La “marca España” ya es sinónimo de corrupción política, brutalidad policial, impunidad, desempleo masivo, desahucios y pobreza infantil.

Rafael Narbona


LA MARCA ESPAÑA: MARÍA ATXABAL, UN NUEVO CASO DE TORTURAS

España ha sido condenada por torturas una vez más. Esta vez no ha sido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ya ha condenado a nuestro país por los casos de Mikel Iribarren, Mikel San Argimiro o Martxelo Otamendi, víctimas de la violencia policial y de unas leyes que promueven y amparan la tortura. En esta ocasión, la condena procede del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Detenida en 1996, María Atxabal fue torturada por la Guardia Civil durante el período de incomunicación contemplado por la legislación antiterrorista.
 
 
Su testimonio es estremecedor: golpes, amenazas de muerte, simulacro de violación con una botella. Su hija adolescente sufrió el mismo suplicio en una habitación contigua. Los gritos de ambas se mezclaron durante varios días de terror e impotencia. Es una técnica habitual para destruir psicológicamente a los detenidos.
 
 De hecho, María Atxabal aún sufre estrés postraumático.
 
Los grandes medios de comunicación eluden la noticia, pero destacan en titulares que el gobierno aprueba controles preventivos en internet para garantizar la seguridad internacional.
 
 
Se pretende erradicar “el proselitismo y la propaganda terrorista”. Muchos consideramos que se pretende erradicar cualquier forma de disidencia o resistencia en un país donde el Banco de España ha pedido la supresión del salario mínimo y se prevé un incremento del paro en 2014, que escalaría hasta un 28%, agravando el sufrimiento de las familias en riesgo de exclusión social.
 
 
La “marca España” ya es sinónimo de corrupción política, brutalidad policial, impunidad, desempleo masivo, desahucios y pobreza infantil.


Rafael Narbona
 
 
 
 






 

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