Los "Fondos
Buitre" compran los llamados "bonos basura'', es decir, títulos de deuda
de países en default a muy bajo precio y después acuden a los
tribunales para recibir las máximas ganancias.
En el caso argentino, el año 2008, varios inversionistas "Fondos Buitre"
compraron títulos de deuda, los compraron a precio muy bajo y
posteriormente reclamaron ante la justicia estadounidense cobrar el 100%
de su valor. Según informa el periódico Los Andes
dos estos fondos se encuentran en estos momentos en litigio con
Argentina: NML Capital Ltd, del multimillonario Paul Singer, y Aurelius
Capital Management. NML Capital es subsidiaria de Elliott Management.
Argentina, al borde del "Default"
Mañana se cumple el plazo para que Argentina llegue a un acuerdo con sus acreedores.
El tiempo se
agota y todo parece indicar que Argentina no podrá evitar caer en una
cesación de pagos, la segunda en 12 años, con las consecuencias que ello
implica.
Mañana se cumple el plazo otorgado por el juez neoyorquino Thomas Griesa
para que el gobierno de Cristina Kirchner y los fondos que no
ingresaron en la reestructuración de deuda de 2005 y 2010, alcancen un
acuerdo.
Hasta aquí, fracasaron todas las gestiones posibles. El ministro de
Economía, Axel Kicillof, y su equipo nunca se encontraron cara a cara
con los representantes de los fondos (holdouts) de inversión MNL Elliot y
Aurelius Capital Manager, que acudieron a los tribunales de EU en
reclamo del 100% del pago. Sólo mantuvieron reuniones con Daniel
Pollack, el mediador designado por el magistrado.
Los contactos telefónicos entre Kicillof y Pollack sucedieron el fin de
semana. Para los analistas de mercado, todo hace indicar que Argentina
va camino a un nuevo default, como opinó el ex secretario de Finanzas,
Orlando Ferreres, “con la consecuencias negativas para la economía que
ello implica”.
Para el gobierno, en cambio, no puede llamarse default, cuando Argentina
depositó los 539 millones de dólares en intereses por el pago de los
bonos alcanzados en la reestructuración, que fueron bloqueados por el
fallo de Griesa, que ordenó pagar el 100% a todos los acreedores.
Si el fallo se aplica, a partir de mañana (miércoles), Argentina podría
quedar a merced de reclamos por 120 mil millones de dólares.
“Aunque el gobierno minimice el tema y acate la recomendación de sus
abogados (Carmine Bocuzzi y Jonathan Blackmann) de forzar una cesación
de pagos para volver a reestructurar el total de la deuda, pero bajo el
imperio de la ley argentina o de un tercer país, las consecuencias
económicas serán directas”, opina el analista Julian Hermida.
Para Hermida, la primera víctima será, “como siempre, el peso. La moneda
sufrió presiones la semana pasada, cuando el dólar no oficial se cotizó
9% más y podrá volver a subir después del miércoles”.
Otro de los efectos inmediatos de una cesación de pagos sería “una
recesión en la que el país ya vino entrando desde la devaluación de
diciembre pasado. El desempleo podría agudizarse, al compás de la baja
en la producción industrial, que ya cayó 5 % en lo que va del año”,
según el economista Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de
Buenos Aires.
Para la presidenta Cristina Kirchner “no hay un gobierno que quiere
entrar en default, sino un juez que impide cobrar”. Pero para el
economista Carlos Melconian, “el gobierno no es el culpable de haber
generado esa deuda, pero sí de no haber hecho nada por solucionarlo a lo
largo de la última década”.
“(El gobierno) tardó en reestructurar la deuda, postergó vencimientos
reestructurados, estiró todo lo posible los pleitos con los otros
acreedores, alteró las estadísticas para pagar menos y eludió auditorías
de los organismos internacionales”, acotó Melconian.
Apoyada por China y Rusia, Kirchner será arropada hoy en Caracas, adonde
fue a buscar el apoyo de los países del Mercosur. Más allá de un
arreglo de último momento con los tenedores de fondos, Argentina ya
tiene pocas posibilidades de seguir pagando sus deudas con reservas del
Banco Central, que, según datos oficiales, ascienden a 29 mil millones
de dólares. Escasas si se tiene en cuenta que en los próximos 18 meses
deberá hacer frente a 15 mil millones por compromisos externos.
Tal vez por eso, la sociedad, según las últimas encuestas, apoya a la
presidenta en la negociación con los fondos, aunque 57% opina que un
default sería negativo. Los argentinos no se interesan mucho por una
posible cesación de pagos, no después del 2001, como explica, Pedro
Vázquez, dueño de una tienda de regalos: “Acá todos creen que peor que
todo aquello no habrá nada”.
José Vales
Fuente: www.eluniversal.com.mx
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