lunes, 10 de noviembre de 2014

 

El New York Times descubre "el barco del arroz"

Nota: Les aconsejamos busquen el significado de la expresión (andaluza)  "El barco del arroz"

Editorial: En Cuba, desventuras al intentar derrocar un régimen
 

En 1996, motivados por un apetito de venganza, legisladores estadounidenses aprobaron un proyecto de ley promulgando una estrategia para derrocar el Gobierno de La Habana y “asistir al pueblo cubano a recobrar su libertad”. La Ley Helms-Burton, aprobada por el Presidente Clinton, semanas después de que Cuba derribó dos avionetas civiles estadounidenses, ha servido como fundamento para que el Gobierno norteamericano gastara $264 millones de dólares, durante los últimos 18 años, en un intento por instigar reformas democráticas en la isla.

Lejos de haber logrado su objetivo, las iniciativas han resultado bastante contraproducentes. Los fondos han sido un imán para charlatanes, ladrones y buenas pero infructuosas intenciones. Los sigilosos programas han agravado la hostilidad entre las dos naciones, le han dado a Cuba una bonanza propagandística y han bloqueado oportunidades de cooperar en áreas de interés mutuo (...).

Durante los últimos años de la administración Clinton, Estados Unidos gastó relativamente poco en programas para promover reformas democráticas en Cuba bajo Helms Burton. Eso cambió cuando George W. Bush llegó al poder en 2001, con el ambicioso objetivo de liberar pueblos reprimidos en todo el mundo. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, por su sigla en inglés, mejor conocida por su labor humanitaria que por misiones furtivas, se convirtió en el principal vehículo para implementar proyectos de reforma democrática en Cuba, donde es ilegal.

La inversión en iniciativas para derribar el gobierno aumentó de unos cuantos millones anualmente, a más de $20 millones de dólares en 2004 durante los primeros años de la administración Bush. La mayoría de contratos se otorgaron sin mayores controles a grupos de cubanoamericanos. Uno invirtió el dinero en una estrategia de lobby internacional, de cuestionable legalidad, para persuadir a gobiernos extranjeros a que apoyaran el impopular embargo que Estados Unidos impone sobre la isla. Otro envió montones de revistas de historietas cómicas a la misión diplomática estadounidense en Cuba, desconcertando a sus funcionarios (...). 

Según un informe publicado en noviembre de 2006 por la Oficina de Rendición de Cuentas, GAO, por su sigla en inglés, un contratista usó los fondos de programas pro democracia para comprar una motosierra de gas, equipos electrónicos, entre ellos Nintendo Game Boys y Sony Play Stations, una bicicleta montañera, abrigos de cuero, carne de cangrejo, y chocolates Godiva. Al momento de hacer una auditoría, los gastos no fueron justificados (...).

La investigación de la GAO llevó a que la agencia otorgara un mayor porcentaje de los fondos a organizaciones de desarrollo establecidas, incluidas algunas que propusieron iniciativas ambiciosas. En 2008, el Congreso autorizó $45 millones de dólares para los proyectos, una cifra récord (...).

En diciembre, las autoridades en Cuba detuvieron a un subcontratista estadounidense que viajó a la isla cinco veces como parte de una iniciativa de USAID, fingiendo ser turista, para contrabandear equipo de comunicación que no es permitido en la isla. En ese entonces, varios funcionarios de USAID y el Departamento de Estado no estaban al tanto de la envergadura y naturaleza de algunos de los proyectos encubiertos. Sin embargo, los cubanos, furiosos tras percibir que Washington tenía una política engañosa de dos fases, asumieron una posición rígida frente al prisionero estadounidense, Alan Gross, quien ha sido condenado a 15 años de prisión (...).

Después del arresto de Gross, la agencia de asistencia no volvió a enviar contratistas estadounidenses a Cuba, pero permitió que las misiones las desempeñaran latinoamericanos, que algunas veces fueron detectados por el servicio de inteligencia cubano.

Una investigación de Associated Press reveló un controvertido programa que se llevó a cabo durante el mandato de Obama. De 2009 a 2012, Creative Associates International, una firma con sede en Washington, desarrolló un sistema de mensajes de texto rudimentario, similar a Twitter, conocido como ZunZuneo. El objetivo del proyecto era proveer una plataforma para que los cubanos pudieran difundir mensajes a una audiencia masiva, un mecanismo que finalmente pudiera haber sido usado para organizar multitudes.

El programa fue abolido en 2012. El contratista estaba pagando miles de dólares a la empresa estatal de telecomunicación, y no hubo manera de convertirlo en un proyecto autosuficiente. AP reveló en agosto que USAID estaba enviando a jóvenes latinoamericanos a identificar personas que pudieran ser “agentes de cambio social”, bajo el pretexto de organizar eventos, entre ellos un seminario sobre el virus VIH. Los contratistas, bajo el mando de Creative Associates International, recibieron un poco de entrenamiento para evadir a agentes de inteligencia, y recibieron $5.41 dólares por hora, por una labor que, fácilmente, hubiera podido llevar a que terminaran en la cárcel.

El dinero estadounidense ha proveído comida y alivio a familiares de presos políticos, y ha generado una red limitada de Internet satelital. Pero ha estigmatizado, más que fortalecido, a la comunidad de disidentes(...). bla, bla, bla...

Lo mejor de todo el editorial del New York Times es que además de reconocer que la USAID está vinculada directamente a las actividades de la CIA, de que tanto Alan Grosss como los "jóvenes latinoamericanos" eran agentes al servicio de Washington, (de que hay innumerables contratistas que son unos sinvergüenzas, añadimos nosotros), denomina sin citarlos, generaliza; por tanto, no excluye, como "charlatanes y ladrones" a los disidentes cubanos, o sea a los veteranos, Marta Beatriz Roque o Elizardo Sánchez "El Camaján", e incluimos en la lista a las Damas de la Bronca en Blanco, a los chicos de la new wave, Orlando "Cocaína" Pardo Lazo, la niña del difunto Payá, la niña Sui Géneris y ¡cómo no!  Superman "Coco" Fariñas, el rey de las huelgas de "hambre" que se encuentra ubicado entrambas partes.

El New York Times ha descubierto el "barco del arroz" un poco tarde. Nosotros hace tiempo que nos lo despachamos a gusto utilizando variadas recetas, a saber: arroz a la cubana, arroz congrí, moros y cristianos, etc; etc; etc.





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