El día citado en el
titular fueron despedidos más de 300.0000 trabajadores. He ahí la
descarnada realidad de la España Mariana. Por supuesto Carlos Herrera no
dijo ni mú (no importa que aún no estuviera en la COPE) porque es socio
de mentiras del Mariano y, además, a él le importa tres carajos que
para eso recibe un enorme salario por contar historietas de un mundo
irreal.
El lunes 'negro' del final del verano: 333.107 despedidos en un solo día.
El lunes 31 de agosto
fue un día negro para el empleo a pesar de los cantos de sirena
políticos de salida de la crisis y de que la creación de puestos de
trabajo había llegado para quedarse. Según los datos del Ministerio de
Empleo, en ese día se despidió de golpe a 333.107 personas. Al mismo
tiempo se dieron de alta a la Seguridad Social 135.783, muchas proceden
de los despidos de fin de semana por internet en la construcción. Por
tanto, la variación neta de afiliados fue negativa en 197.324
trabajadores en ese último día.
Nunca había ocurrido
algo similar en la historia laboral de España a pesar de las graves
destrucciones de empleo durante los casi 3.000 días acumulados ya de la
peor crisis económica desde la guerra civil. Ni siquiera se había
producido en un mes de agosto, en que habitualmente se destruyen puestos
por el inicio del fin de la temporada de verano. Por ejemplo, en el
último día del peor agosto de la crisis (2008), mes en que la Seguridad
Social perdió 244.665 cotizantes, salieron del mercado 74.462 personas.
Y, por si fuera poco, en enero de 2009, el peor mes para el empleo con
349.521 puestos destruidos, el día 31 sólo se despidieron a 62.268
trabajadores.
Todo esto ha sucedido
cuando la economía va como un tiro creciendo a tasas anuales del 3% y
del 1% intertrimestrales. Esta destrucción de empleo masiva concentrada a
fin de mes se debe a: la precariedad en la contratación y la
generalización de la temporalidad; la falta de confianza de los
empresarios sobre la salida de la crisis; y, sobre todo, a la ausencia
de un modelo económico que cree empleo estable ajeno a los servicios y
al sol.
Lo único que ha
sorprendido de que el paro haya crecido de nuevo en agosto en 21.679
personas y de que se hayan destruido 134.289 puestos, es la intensidad
de las cifras. Y no tienen que ver, como dice el Gobierno, a que se
apunten más personas al paro porque confían en el crecimiento económico.
¿Cómo explica el Ejecutivo que salgan del mercado más de 134.000
trabajadores y que sólo aumente el paro en 21.000? Como señala el
servicio de estudios del BBVA, todo esto confirma una cierta
desaceleración de la economía.
A pesar del esfuerzo del
Gobierno en buscar un dato positivo, quizá por la proximidad electoral,
la estadística del mercado laboral en agosto es decepcionante, como
también reconoce el BBVA. Conviene ir por partes:
El aumento del paro, a
pesar de que la economía crece ahora en el doble, es peor que el de
agosto de 2014. Es casi el triple respecto a los 8.000 que se produjeron
hace un año. El Gobierno dice que en términos desestacionalizados
(descontando los efectos estacionales) el paro baja en 5.723 personas.
Hace un año caía en 11.091. Es la menor reducción desde diciembre de
2014. Por ejemplo, el desempleo desestacionalizado bajaba en marzo a un
ritmo de 63.368 personas y de 50.160 en abril. Lo que significa que se
está desacelerando la tendencia a la reducción de paro.
En agosto de 2015 se han
destruido 37.000 puestos más que en el mismo mes de 2014 y 35.000 más
que en el de 2013. En tasa anual, el empleo crece aún a un ritmo del
3,19%, pero hace un mes era del 3,40% y del 3,52% en mayo. Es decir, hay
una desaleceración también de la creación de trabajo Y, por si fuera
poco, en términos desestacionalizados, la economía vuelve a destruir
empleo (13.982). Es el peor registro desde julio de 2013. Hace un año,
el empleo desestacionalizado crecía en 18.622.
A pesar del récord
turístico del verano, se han hecho casi 550.000 contratos menos en
agosto que en julio, algo que no sucedía desde 2008. Sólo 6,4% de los
contratos son indefinidos y es el segundo peor registro desde 1996.
Además, el 35% de los contratos totales son a tiempo parcial (440.000) y
sólo el 3,8% (47.939) de las más de 1,2 millones de contrataciones son
indefinidas a jornada completa, que es la pretensión de los españoles.
elmundo.es
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