El poder político mundial y los mismos conceptos de "liderazgo" y
"democracia" están destrozados en nuestro mundo.Muchos creen que los
grandes culpables de la ruina de la democracia y la decencia son los
políticos, pero yo creo que los periodistas, al traicionar a los
ciudadanos y a la verdad, son más culpables todavía.
El periodismo, en
estos tiempos de zozobra y decadencia, cuando los valores desaparecen y
los rufianes gestionan los estados y gobiernan el mundo, ha contraído
culpas terribles y deudas impagables con la humanidad y la Historia al
sostener a los corruptos en el poder, al masacrar la verdad y al
propagar entre los ciudadanos la confusión y el engaño, dejando al
pueblo y al sistema sin defensas frente a los depredadores con poder.
La mayor defensa de la democracia es la verdad, pero los
periodistas, encargados de defenderla y propagarla, han fallado y
traicionado al sistema, colocándose al lado de la mentira, la injusticia
y los tiranos.
Son la guardia pretoriana del poder, más que los jueces y los
policías. Los periodistas son los grandes cómplices de la actual debacle
del liderazgo y de la democracia. Son tan miserables que consideran
democracia lo que solo es dictadura de partidos sin controles y con
demasiado poder. Hasta se atreven a considerar como un error el haber
convocado un referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la
Unión. "Hay cosas que no deben preguntarse nunca a los ciudadanos", han
dicho, después del triunfo del Brexit, decenas de periodistas españoles
confundidos y con alma de tiranos, ignorando que la democracia es el
gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Afirmar que el triunfo del Brexit se debe a la torpeza de Camerón,
ocultando el fracaso de una Europa, manejada por políticos que
desprecian a los ciudadanos y a la democracia, que ya no entusiasma ni
emociona, ni es valorada por sus ciudadanos, es una postura mendaz y
miserable. Camerón ha hecho lo que debe hacerse siempre en democracia:
dar la palabra a los pueblos para que expresen su voluntad. Hay bastantes periodistas malvados que defienden falsedades y
propagan mentiras, pero hay muchos más que son simplemente imbéciles e
ignorantes que olvidan que la democracia es transparencia y verdad,
además del gobierno de las mayorías. Desde esa ignorancia temeraria
sostienen esa herejía antidemocratica que consiste en imponer al pueblo
los criterios de la élite. "No hay que preguntar al pueblo", sostienen
esos energúmenos que hace mucho que dejaron de ser periodistas para
operar como policías del pensamiento al servicio del poder. Se han convertido en los escuderos más eficaces de esa mala
política que ha asesinado la democracia divorciándose de los ciudadanos.
Es la política que está fracasando en todo el mundo, la que obliga a
los europeos a recibir contra su voluntad a millones de inmigrantes sin
seleccionar, entre los que abundan delincuentes, terroristas, adictos a
los subsidios y gente hostil que no quiere integrarse. En España, los gobiernos han impuesto sus criterios a los
ciudadanos una y otra vez, contra la voluntad de la mayoría. No se
atreven a someter a referéndum criterios como la financiación pública de
los partidos porque lo perderían en una proporción de 10 a 90, ni
tampoco el mantenimiento de el incosteable Estado de las autonomías o la
inflación de políticos aforados y otros privilegias políticos. Los periodistas ocultan a los ciudadanos fenómenos tan
intolerables como ese rechazo ciudadano masivo a los políticos, que
invalida y deslegitima la democracia, o el verdadero alcance de la
corrupción en el corazón y la cúspide del Estado, que es espeluznante. Los periodistas, en España, están infiltrados por cientos de
mentirosos y manipuladores al servicio de los partidos, traidores de una
ciudadanía que en democracia tiene derecho pleno a la verdad y a estar
informados con independencia y limpieza.
Los periodistas, a pesar de que todavía sobreviven cientos de
luchadores honrados y veraces, merecen como colectivo ser considerados
como los peores enemigos de la democracia y la decencia, junto con sus
amigos los políticos. Francisco Rubiales
El pasado día 16, la ciudad de Denia en Alicante celebró un año más
sus ‘bous a la mar’ un evento que consiste en lograr que un toro o una
vaca joven se lance al agua del mar mientras decenas de personas le
rodean, hostigan y agreden. El partido animalista PACMA
ha vuelto a documentar en un vídeo lo que considera una salvajada, en
la que se han producido muertes de animales por ahogamiento o infarto en
pasadas ediciones, según la formación.
“Cuando finalmente engañan al toro para que se lance al agua o se
resbale intentando evitar la caída, rodean sus pitones con una soga y
tiran de él desde una barca para sacarlo del mar, mientras el público
sigue agrediéndolo y gritando. Con la cabeza inmovilizada, se evidencian
aun más el pánico y el estrés que sufren los animales tratando de no
ahogarse”, afirma PACMA.
Bous a la Mar. Denia 2016
*
PACMA ha documentado el maltrato al que son sometidos los toros usados
en el festejo llamado "Bous a la mar", que se celebra anualmente en
Dénia.
PACMA trabaja para conseguir la prohibición de todos los
festejos con animales. No queremos excusas o medias tintas, los
políticos deben ser valientes para tomar las decisiones éticas.
Primero: habría que definir qué es terrorismo. Para muchas personas es un adjetivo que depende del punto de vista.
Lo que para unos son atentados despreciables, para otros es una forma
legítima de lucha. Al terrorismo le sucede como a las guerras más o
menos convencionales: hace tiempo que el fin de la lucha es matar más civiles que el adversario. Pese a todo, hay definiciones aceptadas por una mayoría, como estas que recoge el libro Inside Terrorism de Bruce Hoffman.
Todo terrorismo intenta provocar un terror indiscriminado, que todos los de ese lugar se sientan víctimas potenciales. Así lo hicieron los militares latinoamericanos que organizaron un sistema transnacional de desaparición de personas (Operación Cóndor) y así lo hace cualquier grupo que coloca bombas sin importarle quienes son las víctimas.
Si el objetivo del terrorismo es esparcir el miedo en la sociedad, la labor de todo gobernante cabal debería ser situar el atentado, o la amenaza de un grupo como el Estado Islámico (ISIS o Daesh, al gusto), dentro de un contexto.
Una perspectiva que nos permita ubicar el miedo es su lugar exacto. Un
ejemplo del marco de una película más amplia: frente a los que sostienen
que Occidente es el objetivo de los radicales, los datos objetivos
indican que más del 82% de los asesinados por el yihadismo desde el año 2000 son musulmanes.
Si un solicitante de asilo de nacionalidad afgana llamado Mohamed Riad, de 17 años de edad, ataca con un hacha y un cuchillo a los pasajeros de un tren regional en Alemania, lo responsable es decir que no hay datos de que se trate de un atentado islamista, pese a que se hallara después en su casa una bandera negra del Estado Islámico o que este grupo divulgue un vídeo en el que se presenta como uno de sus soldados. No deberíamos dar credibilidad a todo lo que dice el ISIS-Daesh. Al contexto y a la complejidad no se llega con el corte y pega. Es algo que deberíamos aplicar también a nuestros gobernantes.
Ese ataque no significa que todos los viajeros de todos los trenes alemanes o europeos estén en riesgo de ser degollados; tampoco que todos los solicitantes de asilo sean potencialmente unos terroristas.
El Estado Islámico, que se encuentra en serios problemas tanto en Siria como en Irak,
ha conseguido lo que parecía imposible: que seamos nosotros, los medios
de comunicación y los dirigentes políticos occidentales, los que les hagamos el trabajo de propaganda de manera gratuita.
Ese miedo del que hablábamos al principio le viene bien a gobiernos en
apuros, como el francés. Su presidente François Hollande se enfrentará
en 2017 a unas elecciones que tiene casi imposible ganar. A cada
sospecha de atentado, envía sus aviones a bombardear no se sabe bien qué. Cada gesto teatral está vacío de eficacia política. Debería haber un carné por puntos para políticos.
El ataque de Mohamed Lahouaiej-Bouhlel en Niza es una tragedia. El balance aún no definitivo es de 84 muertos. Lo que más nos conmueve es que eran personas como nosotros, franceses que celebraban la fiesta nacional. Podría ocurrirnos a cualquiera. Pero si queremos acudir al contexto deberíamos añadir un dato esencial: el 33% de los muertos eran musulmanes. La muerte masiva de personas en Niza representa la realidad pluricultural de Francia. ¿Lo representan nuestros titulares? ¿Lo representa el silencio ante atentados en Bagdad?
Aunque no había noticias de que se tratase de un militante del Estado
Islámico, ya sea lobo solitario o en manada, el primer ministro Manuel
Valls recurrió al mismo lenguaje empleado tras la matanza de París en noviembre, que en ese caso no hay dudas de que fue obra de personas dirigidas por el Estado Islámico. Lo mismo que en Bruselas.
Valls habló de "guerra", una palabra odiosa por inexacta. No se trata de una guerra, es solo terrorismo. Al emplearla, regala una baza publicitaria al Estado Islámico, lo eleva a la categoría de igual. No importa que Lahouaiej-Bouhlel fuera un soldado yihadista o no, Valls lo entroniza de manera irresponsable. Los hay peores: Donald Trump.
En España aprendimos algo del 11M. La principal, que no conviene adelantarse a la investigación policial en aras de los intereses políticos. También aprendimos que no es necesario cambiar leyes para luchar contra los extremistas, bastan las que tenemos. Los problemas no son de leyes, sino de incompetencia,
de descoordinación de los mal llamados servicios de inteligencia, a
menudos distribuidos en varias agencias que compiten entre ellas.
Una de las conclusiones del informe parlamentario sobre los atentados de París en noviembre es que deben unificarse estos servicios . También dice que no sirven de nada los estados de emergencia. La pareja Hollande-Valls lo extendieron tres meses horas después de la matanza de Niza, cuando todo apuntaba a un desequilibrado con un historial violento y de delitos de poca monta. Ahora hablan de seis meses.
¿Se radicalizó Lahouaiej-Bouhlel en el último minuto? La policía no le tenía entre los sospechosos de yihadismo. Su familia dice que bebía y no acudía a la mezquita. ¿Se radicalizó solo Mohamed Riad, el atacante del tren en Alemania? ¿Basta Internet para que se produzca la conversión súbita?
El asesino de Orlando, Omar Mateen, mató a 49 personas en un club gay llamado Pulse. Se hizo pasar por un miembro del Estado Islámico y así lo dejó claro en las redes sociales. ¿Era realmente un soldado del ISIS-Daesh? No hay pruebas de que recibiera órdenes de Raqqa o de cualquier intermediario. Mateen era otro caso de persona inadaptada con un historial de malos tratos.
La investigación averiguó que era un visitante asiduo de Pulse y que
utilizaba aplicaciones de citas entre homosexuales. ¿Un soldado islámico
o alguien que no acepta su condición de homosexual?
La prensa y los políticos irresponsables como Trump le regalaron la publicidad al ISIS, enarbolando una vez más la bandera de la xenofobia. El que cierren las fronteras no sirve para los que han nacido dentro de ellas, como fue el caso de París y Bélgica. El Daesh o como se llame se ve de alguna manera obligado a reivindicar los atentados que le atribuyen para no ser menos.
Alguno será cierto, pero hace tiempo que una parte de los medios de
comunicación y de los políticos no buscan la verdad sino vender
periódicos, atraer clicks, followers o votos. No importa el precio.
Les recomiendo el libro de Mónica García Prieto y Javier Espinosa, Siria, el país de las almas rotas.
En él, Espinosa, que estuvo seis meses secuestrado en Siria, explica
quienes son estos tipos: cualquier don nadie sin pasado, presente ni
futuro encuentra en la parafernalia del ISIS una pertenencia a algo que le niega la sociedad en la que vive.
Es mejor afirmar que uno pertenece al Estado Islámico que reconocerse
como un homosexual violento que odia su condición de homosexual.
El ISIS pierde batallas en el terreno, pero las sigue ganado en la propaganda. No solo es su habilidad, que es mucha, es nuestra estupidez lo que les potencia.
Estados Unidos ha utilizado históricamente tanto a diferentes grupos
terroristas como a dictaduras y regímenes afines para alcanzar sus
objetivos geoestratégicos y económicos. El problema aparece cuando estos
grupos o regímenes comienzan a seguir su propia agenda al margen de sus
patrocinadores. Entonces pasan de ser "aliados" a ser considerados un
peligro para la seguridad nacional y la paz mundial. Fue el caso de Al
Qaeda en Afganistán, de Pinochet en Chile [1], de Mubarak en Egipto, de
Sadam Hussein en Irak.... o ahora del régimen turco de Erdogan.
Dos hechos que orbitan en torno al intento de golpe de Estado en Turquía merecen toda nuestra atención. Por un lado, el acercamiento desde diversos planos de Turquía hacia Rusia y al llamado mundo multipolar:
Los cambios de orientación que está ejecutando Erdogan en materia de
política exterior en Turquía, suponen un enorme giro geopolítico que
puede remover el tablero geoestratégico global [2]. Hechos como las
disculpas de Erdogan a Putin por el derribo del avión SU-24, la reciente
detención de los pilotos del ejército turco que derribaron el
mencionado caza ruso hace ocho meses, el restablecimiento de las
relaciones comerciales entre Turquía y Rusia, el hecho de que Turquía
haya decidido considerar al Frente al Nusra como una organización
terrorista (hecho este al que permanentemente se niega EE.UU.), la
participación del régimen turco en las conversaciones secretas lideradas
por Rusia para alcanzar un acuerdo de paz y de gobernabilidad en Siria
con Al Assad como legítimo presidente, el interés de Turquía por
ingresar en la Organización para la Cooperación de Shanghái OCS
(recordemos que Turquía es miembro de la OTAN), o la recuperación del
proyecto Balkan Stream (cancelado
tras el derribo del SU-24) por el cual Rusia pretende construir un
gigantesco gaseoducto hacia Europa a través de Turquía, suponen en su
conjunto un desafío demasiado grande para sus intereses que EE.UU. no
podía tolerar. Este parecía el momento de darle un necesario escarmiento
a Erdogan que le hiciera rectificar, aunque por ahora con escasos
resultados, según parece.
Por otro lado, tras el golpe de Estado, aparecen las
acusaciones tanto directas como indirectas del régimen turco que señalan
hacia EE.UU. como el epicentro del golpe del 15 de julio:
Algunos miembros del régimen turco, como su ministro de Trabajo y Seguridad Social, Süleyman Soyluo, lo afirmaron sin ambigüedades: "Las ambiciones y los planes EEUU están detrás del terror en el sureste de Turquía, así como en Siria e Irak".
Pero lo cierto es que cerrar la base militar que la OTAN tiene en
Incirlik y detener a sus altos mandos, así como exigir la extradición
de Fetthulah Gülen como autor intelectual del golpe de Estado, son dos
hechos que en la práctica equivalen a culpar directamente al gobierno
de EE.UU., al Pentágono y a sus servicios secretos de organizar
y participar en el golpe de Estado fallido de Turquía. Ambos, tanto la
base militar y sus oficiales como Fethullah Gülen, están bajo el mandato
de EE.UU. Por otro lado, amenazar con instaurar la pena de muerte como
está haciendo Erdogan, es una forma de aniquilar la posible entrada de
Turquía en la Unión Europea con la que se especulaba desde hace tiempo
y pretender alejarse de la influencia de Occidente. El cambio de rumbo
parece claro.
¿Quién es Fethullah Gülen, el "imán" al que señala Turquía como responsable del golpe?
Muhammed Fethullah Gülen es un agente al servicio de la CIA desde al
menos el año 1990. En esa época Gülen fue utilizado para reclutar
yihadistas y dar respaldo a agentes de la CIA en países como Kurguistán y
Uzbekistán, o en regiones rusas como Chechenia o Daguestán, a través de
su red de "escuelas" creadas para atentar posteriormente contra Rusia.
Putin, obviamente, prohibió estas "escuelas" o "madrazas" cuando llegó
al poder, algo que ahora también está haciendo el régimen de Erdogan.
De hecho Gülen tuvo problemas para entrar en EE.UU. cuando huyó de
Turquía en el año 1999. Varios informes del FBI y del Departamento de
Seguridad Nacional lo vinculaban con actividades relacionadas con el
terrorismo yihadista. Fueron funcionarios corruptos de la CIA como
Graham Fuller y Morton Abromovitz así como la Rand Corporation quienes
movieron los hilos para que recibiera asilo político en EE.UU.
Washington ha utilizado Turquía y las redes
fundamentalistas del partido AKP de Gülen para causar estragos en todas
la regiones poscomunistas de Asia Central ricas en petróleo y minerales [3]
Desde su exilio en Pensilvania desde hace más de 15 años, Gülen dirige
un enorme conglomerado de empresas, corporaciones financieras y medios
de comunicación. Ha fundado en las últimas décadas múltiples mezquitas
de carácter "fundamentalista", no sólo en Turquía sino por toda Asia
Central. También dirige, como mencioné anteriormente, una gran red
de escuelas (madrazas) y universidades de alcance
global que sirven - bajo el paraguas protector de ser ONGs que ayudan a
educar a los sectores más pobres de la población - para adoctrinar y
reclutar jóvenes hacia su ideología religiosa y su modelo de capitalismo
neoliberal en el plano político y económico.
Fue aliado y padrino político de Erdogan en el pasado, incluso no dudaba
en pedir a sus numerosos seguidores del movimiento Hitmez el voto para
el partido AKP de Erdogan, de hecho Gülen fue uno de los creadores
principales de ese partido. Gracias a esta relación directa con las
élites políticas muchos de sus fieles llegaron a incrustarse en el
Estado turco, lo que facilitaría posteriormente que en varias ocasiones
intentara derrocar desde dentro a Erdogan. Este hecho explicaría, en
parte, la "purga" que ahora se está ejecutando entre sectores militares,
jueces, profesores y demás funcionarios en Turquía tras el golpe del 15
de julio. Erdogan conoce muy bien quiénes le apoyaron para alcanzar el
poder y qué puestos ocupan estos antiguos cómplices. Obviamente Erdogan
aprovechará este contexto de "limpieza" pos-golpe para eliminar también
de paso a cualquier opositor progresista y verdaderamente demócrata,
aunque no existan pruebas de delito ni implicación en el golpe. Siempre
lo ha hecho.
En el año 2000 Gülen ya fue juzgado "en ausencia" por
conspirar para romper el orden Constitucional e intentar implantar un
Estado de corte islámico en Turquía. En 2013, a raíz de las masivas
protestas celebradas principalmente en Estambul, Erdogan volvió a frenar
y denunciar un complot para derrocarlo orquestado por la CIA y el
propio Gülen.
Gülen cuenta también con el apoyo de figuras como George Soros y
diversas fundaciones y ONGs, así como del lobby sionista estadounidense.
También de políticos como Hillary Clinton y de varios congresistas a
los que Gülen devuelve generosamente su apoyo en forma de donaciones
económicas. Todo ello de forma ejemplarmente democrática.
El conflicto pareció zanjarse mediante un acuerdo frágil
entre Gülen y Erdogan coordinado por la entonces Secretaria de Estado,
Hillary Clinton, quien obtuvo de Gülen la jugosa donación de 1 millón de
USD para su campaña presidencial. También ambos garantizaron su
participación equitativa en las ganancias por el contrabando de petróleo
obtenido por el ISIS en Siria e Irak. [4]
Más allá de las contradicciones, corrupciones, traiciones y
guerras internas por el poder en Turquía, el hecho evidente es que el
perfil de Gülen no encaja precisamente con el de un humilde y
altruista clérigo perseguido únicamente por defender sus democráticas
ideas políticas o religiosas, que es la imagen que nos transmiten desde
algunos medios de comunicación occidentales. Ni mucho menos. Es ridículo
plantear el debate sobre el golpe de Estado en Turquía en términos de
"golpistas" contra "demócratas". Ninguno de los dos bandos enfrentados
por el poder, tanto el régimen de Erdogan como los seguidores y
defensores de Gülen, tienen la democracia, la libertad y los Derechos
Humanos entre sus valores a defender. Ambos son políticos corruptos
que no dudan en apoyar al terrorismo yihadista para alcanzar sus
intereses particulares y los de aquellos que los patrocinan desde el
exterior.
El régimen de Erdogan, que continua asesinando al pueblo kurdo y
apoyando a los terroristas en Siria a pesar de sus recientes
movimientos, estaba desde hace tiempo en el punto de mira de Washington y
Moscú [5]. Sin embargo la rapidez con la que se desarrollan los
acontecimientos en el plano internacional, han hecho que
ahora Rusia haya encontrado en la Turquía de su enemigo Erdogan a un
posible "aliado" que puede utilizar para intentar ganar la partida
geoestratégica que mantiene con EE.UU. en Oriente Medio y en el resto
del mundo.
Erdogan parece decidido a desafiar a la "superpotencia" y aliarse con su
enemigo. El mismo "delito" que cometió Víktor Yanukovich en Ucrania en
2014 cuando rechazó unirse a la UE y firmó acuerdos financieros y
económicos con Rusia para salvar su economía, y que obtuvo como
respuesta un golpe de Estado neonazi (el "Euromaidán") promocionado por
EE.UU. y la "democrática" Unión Europea. Parece que el corrupto y criminal régimen de Erdogan
ha tomado un camino que no tiene marcha atrás. Un gigantesco giro
geopolítico que puede provocar que una nueva "revolución de color"
financiada por George Soros o que la "primavera árabe" terrorista
patrocinada por EE.UU. se extiendan ahora hasta el corazón de Turquía.
[2] Behind The CIA Desperate Turkey Coup Attempt.-
recientes declaraciones del analista F. William Engdahl sobre el golpe
de Estado en Turquía en una entrevista para New Eastern Outlook,
publicada el 18 de julio de 2016
La purga se extiende a 8.000 policías y afecta a un tercio de la cúpula militar
El presidente Recep Tayyip Erdogan, que el viernes estaba de vacaciones en un hotel de Marmaris, supo que iba a haber un golpe a las tres de la tarde, seis horas antes de que los sublevados sacaran los tanques a la calle.
Aun así no intentó frenarlo. Prefirió ponerse a cubierto.
Soldados
rebeldes de una unidad de élite se descolgaron desde un helicóptero
sobre el hotel pero Erdogan ya no estaba allí. Poco después, subió a
bordo de un avión civil. Pilotos rebeldes lo tuvieron a tiro pero no lo
derribaron porque se camufló con un código de Turkish Airlines. Erdogan
aterrizó en Estambul a las 3.20 horas del sábado y los últimos militares
amotinados se rindieron por la mañana.
Desde entonces, han sido detenidas o cesadas casi 20.000 personas,
entre militares, policías, jueces, fiscales y funcionarios. La purga se
amplía cada día. Ayer fueron apartados del servicio casi 8.000 agentes
policiales. La misma suerte han corrido 1.500 funcionarios del
Ministerio de Finanzas, otro millar de funcionarios del Ministerio del
Interior y casi 3.000 jueces y fiscales. Treinta gobernadores han sido
apartados, así como otros 50 altos cargos de la Administración.
El primer ministro, Binali Yildirim, anunció que ya hay
7.543 detenidos, entre ellos 6.038 militares.
Los medios publican
imágenes de estos militares sin pantalones, golpeados, humillados. Hay
112 generales y almirantes destituidos –un tercio de la cúpula militar– y
49 arrestados. Uno de ellos es el general Akin Öztürk, jefe de la
Fuerza Aérea, que ayer apareció con el cuerpo magullado y que está
acusado de liderar un golpe que, según insiste el Gobierno turco,
instigó el líder religioso Fetulah Gülen, exiliado en Estados Unidos.
La agencia oficial de noticias asegura que Öztürk ha
confesado. Otras fuentes, sin embargo, dicen que ha reconocido estar al
corriente de los planes golpistas pero que se mantuvo al margen.
El primer ministro volvió a pedir ayer la extradición de
Gülen. Washington respondió que necesita pruebas, a lo que Yildirim
replicó que no hace falta presentar pruebas y que, “llegados a este
punto, ponemos en duda nuestra amistad”. Turquía es el principal aliado
musulmán de Estados Unidos, además de un miembro clave de la OTAN.
Johannes Hanh, comisario de la UE encargado de las
negociaciones con Turquía para la adhesión, declaró que una purga tan
amplia y tan rápida demuestra que había una lista previa de gente para
depurar. “Estoy muy preocupado. Es lo que temíamos”, dijo en Bruselas.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlot Cavosoglu, dijo que este
comentario era “inaceptable”.
El Gobierno turco considera que está tomando las medidas
adecuadas para preservar el orden constitucional y defender la
democracia después de un golpe que estuvo a punto de triunfar.
Erdogan, reforzado tras la victoria, puede eliminar a los
sospechosos de pertenecer al movimiento Gülen.
Le basta con acusarlos de
golpismo. Por eso crece el escepticismo en la opinión pública turca
sobre la narrativa oficial del golpe. Por parte del Gobierno, por
ejemplo, hubiera sido lógico detener a la junta golpista antes de que
actuara y por parte de los sublevados hubiera tenido más sentido
derribar el avión de Erdogan que bombardear cuatro veces el Parlamento
en Ankara.
El golpe terminó con 232 muertos, según las fuentes
oficiales, que podrían llegar a 312, según otros recuentos. La mayoría
eran civiles.
La tensión era evidente ayer en el país euroasiático. El
Parlamento tuvo que ser evacuado al circular rumores sobre una posible
insurrección en la base militar de Etimesgut, en Ankara. Al final, los
soldados hicieron público que no se sublevaban, pero todo indica que
muchos son muy reacios a obedecer órdenes emitidas por el Gobierno.
Mientras tanto, los partidarios de Erdogan se sienten con
ánimo de festejar el triunfo sobre los golpistas y anoche volvieron a
celebrar la tercera jornada de fiesta.
El Ayuntamiento del gran Estambul ha extendido hasta
mañana la gratuidad del transporte público para favorecer estas
concentraciones.
El lugar no puede ser más simbólico: la plaza Taksim,
donde en el 2013 tuvieron lugar las protestas antigubernamentales del
movimiento Gezi, la crisis más aguda contra Erdogan desde que llegó al
poder en el 2003.
El Gobierno de Turquía ha apartado de sus
funciones a 2.745 jueces y detenido a más de 6.000 personas tras el
golpe de Estado fallido. Varios magistrados enviaron correos
premonitorios a sus colegas europeos: “Puede ser la mayor operación de
limpieza de disidentes que se lleve a cabo por el Gobierno”.
El presidente de
Turquía, Tayyip Erdogan, sólo tardó unas horas en emprender represalias
tras el golpe de Estado fallido que tuvo lugar en la noche del viernes.
Comenzó a detener a militares acusados de apoyar la rebelión, pero
también extendió la represión a los miembros del Poder Judicial.
Más de 2.700 jueces y fiscales han sido detenidos, acusados por ahora
sin pruebas de estar detrás detrás del levantamiento militar en
connivencia con el clérigo Fethullah Gülen.
Algunos de ellos avisaron a sus colegas europeos de lo que se avecinaba, tan solo unas horas después de que se constatase que la rebelión fracasaba.
Tras las primeras noticias del golpe de Estado, la red de mail interna
del colectivo de Magistrados Europeos para la Libertad y la Democracia
(Medel) comenzó a registrar mensajes de jueces europeos sobre las
consecuencias para sus colegas turcos.
Entre esos mails, a los que ha
tenido accedo eldiario.es, hay algunos de jueces turcos que advierten de
que iba a ser detenidos.
Unas horas después de que se
produjese el golpe, un juez preguntaba a uno de sus colegas turcos por
las posibles consecuencias para ellos. Este le responde que ya están
preparados para la purga.
“Algunos miembros disidentes del Consejo
Superior de Jueces y Fiscales y los jueces de la Corte Suprema ya han
sido incluidos en listas negras”, decía en el email, y añadía que no les
sorprendía. El juez terminaba el correo con una premonición: “Puede ser
la mayor operación de limpieza de disidentes se lleve a cabo por el
Gobierno”.
Sus temores se confirmarían
poco después. El Gobierno comenzó a detener el sábado a jueces y
fiscales a los que acusa de ser cómplices de la intentona golpista. En
total, unos 2.745 jueces y fiscales fueron suspendidos, y un número
indeterminado han sido detenidos. Entre ellos hay miembros de las más
altas instancias judiciales del país, como la Corte Constitucional y el
Consejo de Estado.
Al día siguiente al intento
de Golpe de Estado llegó a la red de Medel un mensaje de un juez que
advierte de que va a ser detenido. “No sé cómo explicarlo. Yo solo he
hecho mi trabajo y he criticado al Gobierno por el desarrollo de los
acontecimientos judiciales que ya conocéis bien”, lamenta. Este juez,
que sería detenido poco después, agradecía a sus compañeros el apoyo
prestado hasta el momento. “Puede que no nos volvamos a ver”, termina el
mail.
El domingo otro mail anuncia
que ya se ha producido la detención. Según explica el autor del
mensaje, quienes se han encargado de detener al juez lo han hecho bajo
la acusación de que pertenece a una organización terrorista. Erdogan
decretó hace años que los seguidores del clérigo Gülen serían
considerados terroristas.
El mail dice que el juez ha
reclamado pruebas a la Policía de su pertenencia a una organización
terrorista, pero que estos no se las han dado, y que por tanto ha optado
por guardar silencio. Los agentes también iban a registrar su casa.
El canal de comunicación de
Medel, al que se remite una extensa lista de miembros del poder judicial
que han sido suspendidos, acaba siendo usado por la mujer del juez
arrestado para pedir ayuda.
“Espero vuestra ayuda”, dice en un mail en
el que insiste en que su marido no pertenece a ninguna organización
terrorista: “Estoy orgullosa de él”.
Esperando a la Policía
Otros jueces advirtieron de
sus detenciones a sus colegas europeos en las horas posteriores al golpe
de Estado. El sábado, un magistrado cuenta que se ha enterado de que
tanto él como su mujer han sido incluidos en una lista de gente que va a
ser detenida. “Adiós, amigos”, se despide.
Ante la gravedad de la
situación, sus compañeros europeos se ofrecen a prestar la ayuda que sea
posible. Un miembro de la red europea de magistrado le pregunta si
tiene hijos, y qué puede hacer para cuidar de ellos. El juez responde
que los ha dejado con unos familiares y que está esperando la detención:
“Esperar a que la Policía llame a mi puerta es muy deprimente”.
Los mensajes de los jueces,
que advierten de listas negras previas al golpe de Estado, confirman la
tesis de la Unión Europea. La UE da por hecho que Turquía ya tenía
preparada una lista de jueces que consideraba contrarios al Gobierno.
“Las listas, que ya estaban disponibles justo después de este
acontecimiento, indican que algo estaba preparado, que en cierto momento
tendrían que ser utilizadas”, ha dicho este lunes el comisario europeo
de Política de Vecindad y Ampliación, Johannes Hahn.
Jueces y fiscales españoles: “La UE debe reaccionar”
La Unión Progresista de
Fiscales (UPF) y Jueces para la Democracia (JpD), integradas en Medel,
han definido estas detenciones en masa como “un brutal ataque a la
independencia del Poder Judicial en Turquía”. En su comunicado, las
asociaciones profesionales progresistas rechazan que todos los jueces
detenidos estén implicados en el intento de golpe de Estado y cuestiona
la rapidez con la que el Gobierno ha elaborado su lista para purgar.
Jueces y fiscales lamentan
que sus advertencias sobre la deriva antidemocrática de Turquía no hayan
sido atendidas por ninguna institución, hasta que finalmente el
Gobierno de ese país ha usado la intentona golpista para cargar contra
el Poder Judicial.
“Es deber de las
instituciones europeas reaccionar, de manera específica, cuando el poder
judicial, garante de un estado de derecho, es atacado de manera
arbitraria”, reclaman UPF y JpD, que añaden que “la especial situación
en Turquía no justifica la purga y la detención arbitraria de miles de
magistrados/as”.
No es la reparación que esperan las víctimas del franquismo, pero que el
máximo representante del Estado las reconociese sería un paso
importante. Tanto, que no se ha dado en cuarenta años.
Rodeado de familiares de víctimas del franquismo, y
ante un monumento en memoria de los asesinados por la dictadura desde
1936, el rey Felipe VI toma la palabra:
“Debemos
mirar hacia el pasado, pero con espíritu de superación de lo que nos ha
separado o dividido; para así recordar y celebrar todo lo que nos une y
nos da fuerza y solidez hacia el futuro. En esa mirada deben estar
siempre presentes todos aquellos que, víctimas de la violencia
franquista, perdieron su vida o sufrieron por defender nuestra libertad.
Su recuerdo permanecerá en nuestra memoria y en nuestro corazón.”
“Nada ni nadie es capaz de aliviar el dolor que nos
produce la mirada a los trágicos episodios que rasgaron España. Es
necesario preservar los valores democráticos y éticos que encarnan las
víctimas del franquismo, construir con dignidad su memoria colectiva y
concienciar a la sociedad en la defensa de la libertad”.
“El franquismo representa unos terribles crímenes que mataron a miles
de seres humanos, junto a cuyas cenizas quedaron maltrechas la dignidad y
la esperanza. La memoria y el dolor permanecen aún hoy, cuando se
cumplen ocho décadas del comienzo de la pesadilla”.
“Quiero terminar con un emocionado homenaje. Reafirmo mi afecto, mi
inmenso respeto, por quienes sufrieron o perdieron la vida en defensa de
la libertad de todos, mi compromiso de no olvidar la memoria de las
víctimas, y la importancia de hacer justicia como mejor reconocimiento a
la dignidad que merecen”.
Y concluye su discurso dirigiéndose a los familiares: “Gracias por hacernos sentir orgullosos.”
¿Qué fácil sería, verdad? De hecho, el discurso lo tiene ya escrito, lo
ha pronunciado muchas veces. Este de arriba se lo he montado yo en
cinco minutos, con un corta y pega de varios discursos de Felipe VI en
recuerdo de las víctimas de ETA, del 11M, del Holocausto o
de militares fallecidos en misiones en el exterior. Las palabras son
siempre las mismas, la típica prosa enfática de Casa Real, solo he
cambiado “terrorismo” u “Holocausto” por “franquismo”.
Para todas esas víctimas, y para muchas otras de atentados, guerras,
accidentes o desastres naturales en el último rincón del planeta, ha
tenido el rey palabras de homenaje en sus dos años de reinado. Para las
víctimas del franquismo, ni un monosílabo. Es un titular habitual en
prensa ese de "El rey, con las víctimas de...", y ahí rellenen con
cualquier tragedia. Cualquiera, menos la peor de la historia de España.
Es cierto que en algún momento, y siempre fuera de España, se ha
referido tímidamente a los exiliados en América Latina o a los
republicanos que liberaron París. Pero para los miles de asesinados,
encarcelados y represaliados en España durante décadas, ni mú. En eso
continúa la tradición de su padre.
No es que las
víctimas del franquismo se fuesen a sentir reparadas por que el rey lea
un discurso.
Ellas y sus familias merecen (y exigen) mucho más que unas
palabras solemnes en palacio: merecen verdad, memoria y justicia.
Recuperar a los suyos de las fosas, anular sentencias injustas,
homenajear a las víctimas, reparar a quienes sufrieron. Y para ellas
vale más un homenaje como el que ayer hizo el grupo de memoria de la CGT en Sevilla a los presos esclavizados del franquismo, que cualquier discurso en la Zarzuela.
Pero que el rey, como representante máximo del Estado, hiciese un
reconocimiento oficial a las mujeres y hombres víctimas del franquismo,
sería un paso importante. Tan importante, que no se ha dado en cuarenta
años.
Ayer Felipe VI dejó pasar el ochenta
aniversario del 18 de julio. Era una buena oportunidad para homenajear a
las víctimas como merecen, y hasta para condenar el golpe fascista.
Imaginamos que tiene una agenda muy ocupada, está pendiente de la
investidura y se le pasó la fecha. O quizás espera al centenario, para
que la fecha sea más redonda. 2036. Paciencia.
Artículo de colaboración para Borroka Garaia da!. Autor: Alvaro Hilario (Bilbo)
Entrevista a Luis Fuentes, del Grupo de memoria histórica de CNT: “La denominada amnistía de 1977 es la gran garante de la impunidad de los crímenes franquistas”
Se acerca el 80 aniversario del golpe militar del 17 y 18 de julio de
1936, golpe fallido que desencadenó una guerra de casi cuatro años que,
a su vez, dio paso a la dictadura de Francisco Franco.
Ochenta años
durante los cuales los crímenes del franquismo han quedado impunes. Luis
Fuentes, miembro del Grupo de memoria histórica de CNT, nos cuenta cuál
es la situación del trabajo en pos de verdad, justicia y reparación;
nos habla de la querella argentina.
En opinión de Luis Fuentes, miembro del Grupo de memoria histórica de
CNT, uno de los mayores problemas con los que se encuentran las
personas y asociaciones que buscan verdad, justicia y reparación para
las víctimas del franquismo es que “los que dieron el golpe del 18 de
julio, ganaron la guerra y, además, siguen gobernando”, razón por la
cual gozan de impunidad: “No solamente ganaron la guerra, siguen
ganando. Los franquistas, con la no-ruptura política, lo que denominan
la transición española, han conseguido vivir hoy en día gozando de la
misma impunidad que tuvieron durante la dictadura.
Más allá de las
desapariciones forzadas, ver cómo los del PP siguen robando hoy, la
desvergüenza con la que se emplean, constata esa impunidad: ‘¿Si no nos
juzgaron por matar, cómo van a hacerlo por robar que es un delito menos
grave?’, piensan. La realidad es que el 90% de quienes forman el PP son
herederos ideológicos del franquismo y, de ellos, un número muy
importante son herederos de sangre, entre ellos, la mayoría de quienes
componen la dirección del PP. Ha habido una evolución en la derecha
española en tanto en cuanto son. La denominada amnistía de 1977 es la
gran garante de su impunidad”.
¿Por qué no se puede juzgar en el Estado español a los responsables de la barbarie fascista?
Los jueces españoles se niegan a abrir causas sobre los crímenes
franquistas, aún y a pesar de que se les facilite toda la documentación
necesaria sobre casos concretos, dando nombres y apellidos de los
culpables. Hay documentos, por ejemplo, que dan fe de cómo Francisco
Caamaño, ministro de Justicia con Zapatero, reconocía el asesinato de
militantes del PSOE en Navarra; reconoce moralmente el asesinato, pero
no de modo judicial. Según el derecho internacional, se establece que
ante la desaparición forzada de una persona, cualquier autoridad debe de
investigarla.
Ante la desaparición de una persona y sin que haya
constancia de que esta haya sido asesinada, los juzgados españoles
tienen la obligación de abrir una causa que conduzca a su búsqueda. El
derecho internacional obliga a España a que haga lo mismo con las
desapariciones forzadas, esas 150.000 personas que hay desaparecidas,
fusiladas después de terminada la guerra. A pesar de todo esto, los
jueces españoles siguen aferrándose a la amnistía de 1977 para no abrir
causa alguna.
En abril de 1977, el Gobierno presidido por Adolfo Suárez,
Gobierno no democrático, firmó el Pacto de derechos civiles y políticos
en la ONU que determina la imposibilidad, la ilegalidad, de promulgar
leyes de punto final o amnistías encubiertas. A pesar de esto, la
amnistía se decreta en octubre de ese mismo año. Los argumentos
proporcionados por la judicatura, amparada esta tanto por los gobiernos
de derecha como los conducidos por el PSOE, siempre se remiten a esa
amnistía que cierra las vías legales a investigar cualquier crimen
cometido con anterioridad, sean del tipo que sean.
En esta, además,
queda establecido que quedan cerrados los posibles crímenes cometidos
por las fuerzas de orden público, el Ejército, los jueces y la Iglesia
católica.
Se luchó, sin embargo, por la consecución de aquella amnistía.
Las gentes y organizaciones de izquierda peleamos por conseguir la
amnistía y testigo de esa lucha fue la huelga general de ese año
demandándola, huelga en la que murieron siete personas. Se nos engañó
vilmente: se indultó a los rojos, a quienes combatieron el franquismo, y
se amnistiaron los crímenes cometidos por el franquismo. Esto lo sabían
quienes arreglaron la reforma política, lo sabía Felipe González, lo
sabía Santiago Carrillo, lo sabía el PNV y todos aquellos que llevaron
adelante el pacto de la reforma y, a pesar de ello, nos lo vendieron
como si fuera una amnistía. De hecho, no se han borrado los antecedentes
de la gente de izquierdas.
¿Cómo surge la posibilidad de abrir causa contra los crímenes franquistas en Argentina?
Ante la negativa de la judicatura española a investigar estos
crímenes, se recurre a Argentina. En 1986 y 1987, siendo Felipe González
presidente del Gobierno, diferentes compañeros nuestros presentaron
denuncias que tuvieron la respuesta habitual: no hay causa posible y los
delitos han prescrito.
Un compañero del PSOE, hijo de un maestro gallego asesinado,
residente en Argentina, de doble nacionalidad, volvió a España a exhumar
los restos de su padre, restos de los cuales se conocía su
localización. Con el cuerpo presente y pudiéndose apreciar aún los
tiros, este hombre quiso presentar una denuncia criminal, rechazada,
obvio, por la amnistía. Hablando, ya en Argentina, con abogados que
estaban en la labor de judicializar los crímenes de la dictadura
argentina, teniendo en cuenta la doble nacionalidad de esta persona, le
señalaron que cabía la posibilidad de juzgar los crímenes del franquismo
en allí.
Este conocía a más hijos de exiliados, a más gente como él:
ellos fueron quienes formalizaron la primera querella en el juzgado
federal número 1. Su titular, María Servini, en un principio, no apreció
causa y el caso se archivó. Se recurrió, se habló con el fiscal general
y este obligó al juzgado número 1 a aceptar la causa, comenzando a
practicarse las diligencias pertinentes.
Háblanos de la naturaleza de la llamada querella argentina.
En Argentina hay presentadas 400 querellas, que corresponden a más
personas, ya que alguna de ellas engloba a 50 o 60. Hay también
presentadas, a través de las diferentes organizaciones políticas y
sindicales, 2.800 denuncias por desapariciones forzadas. Así pues, la
conocida como querella argentina engloba, entre la denuncia de apoyo a
la querella, que van a ser querellantes así mismo, y las propias
querellas, a cerca de 7.000 personas físicas con nombre y apellido.
Esta
recoge todos los crímenes del franquismo: por una parte, desapariciones
forzadas, esto es, la gente que fue arrancada de su casa para ser
fusilada, asesinada; toda la gente que pasó por prisión hasta 1976,
fecha en que la comisión de Derechos humanos de la ONU y sus relatores
dan por cerrado el tema dando por supuesto que en España se ha
establecido un sistema democrático; están los bebés robados: se calcula
que son cerca de 30.000 los que fueron arrebatados a sus padres, a los
rojos, para dárselos a gentes afectas al régimen; y también está
contenido el tema de los preventorios: estos eran una especie de casas
de acogida para las mujeres de izquierda, una especie de reformatorio,
centros de reeducación.
Todo esto se encuentra en la querella argentina
que, además, cuenta con el aval de los relatores de Naciones Unidas que
ya han estado dos veces por aquí. Son 150.000 las personas asesinadas
una vez terminada la guerra. Hay que resaltar dos puntos: uno, el golpe
lo dan los fascistas, la Junta militar, contra un Gobierno legítimo, el
de la República, con el apoyo de Italia y Alemania.
Pensemos también en
las zonas donde no hubo frente, como Burgos o Navarra, con 3.800
asesinados por su militancia política y sindical, reconocidos y
documentados …
Entendemos que toda esa gente debe ser investigada y sus
casos judicializados por crímenes de lesa humanidad, que es lo que
reconoce la ONU. Sus dos relatores han repetido en diversas ocasiones
que no se pueden amnistiar este tipo de delitos de lesa humanidad por
haber firmado España el Pacto de los derechos humanos, civiles y
políticos.
Por otro lado, el derecho transicional establece que estos no
pueden ser prescritos. Las resoluciones de los relatores determinan con
claridad que solo la denuncia por un desaparecido obliga a la
investigación del caso.
Teniendo en cuenta la negativa de los gobiernos y judicatura
españoles tanto a juzgar a los criminales como a colaborar con la
justicia argentina, qué posibilidades hay de que la querella dé frutos.
Estamos convencidos de que se va a llegar a juicio, aunque no sabemos
cuándo. Los requerimientos de la jueza Servini para investigar los
temas de las torturas donde están imputados Billy el niño, un inspector
de la Brigada social y un capitán de la Guardia Civil, la orden de
búsqueda y captura internacional que pesa sobre ellos que España obvia …
Es más, están protegidos. También Martin Villa está acusado por la
masacre del 3 de marzo de 1976; también Fraga, Utrera molina…
Hay 19
personas, ministros con Franco, que son corresponsables de las últimas
penas de muerte dictadas por este ya que formaban parte del Consejo de
ministros que las firmó, son colaboradores de la muerte de Txiki y
Otaegi, Puig Antich, los del FRAP. Estos delitos también están
contemplados en la querella argentina.
Hay también movimientos al respecto a este lado del Atlántico.
Estamos ahora abriendo un proceso nuevo para que la querella
argentina y sus diligencias puedan ser practicadas en los juzgados
españoles. Queremos que se presenten las mismas querellas en juzgados
españoles, algo que cuenta con el problema de que mucha gente, humillada
con anterioridad y de mucha edad, no quiere volver a pasar por el mal
trago.
Hay dos casos que nos dan una pequeña esperanza de que estos casos se
acepten a trámite también en España. Uno se da en Soria. Una denuncia
por desaparición forzada ante una jueza de allí que fue admitida a
trámite: es una fosa común donde se sabe que hay siete anarquistas
asesinados, de la CNT; aunque no se ha encontrado la fosa (debe haber
algún error en la documentación), la jueza pidió a la Guardia Civil que
investigara el caso ya que, por ejemplo, se sabe quiénes fueron los
responsables, ya muertos; pero, en fin, la jueza fue capaz de llegar
hasta este punto antes de inhibirse a favor de la Audiencia nacional
argumentando que espera que el Tribunal superior se haga cargo del caso.
¿Qué importancia tiene que se sumen a la querella instituciones como ayuntamientos, diputaciones o parlamentos?
Amén de su importancia a la hora de dar relevancia a la querella
tanto en Argentina como aquí, el hecho de que las instituciones alavesas
se presenten como querellantes, se personen en la misma, habilita a que
estas tengan sus propios abogados personados en la causa. Seguimos
trabajando con más ayuntamientos e instituciones, como Bilbao.
También
queremos que se persone, que se querelle el Gobierno vasco en nombre del
conjunto de los ciudadanos vascos y de los combatientes, defensores de
la República, de la legalidad vigente, asesinados: tienen obligación de
representar a sus ciudadanos. No debemos olvidar que hay víctimas que
eran trabajadores de estas instituciones y por ello tienen la obligación
moral, jurídica y política de defender a sus ciudadanos porque los
representa.
El peso y la proyección mediática que daría a la querella el
personamiento de todas ellas sería enorme. Veríamos qué respuesta dan
el Tribunal superior de Justicia del País Vasco y el fiscal para no
abrir estos casos.
Queremos también que se querellen por los bombardeos contra civiles
que sufrió Bizkaia (Barakaldo, Sestao, Gernika, Durango, Bilbao…), que
fue el último frente de guerra. Estos están documentados y sabemos
quiénes murieron en ellos. Las Juntas Generales deben querellarse en
representación de toda esta gente, de la población civil.
Los movimientos memorialistas persiguen también el tema de la judicialización de las exhumaciones.
Hay tres elementos fundamentales a la hora de entender el proceso de
apertura de las fosas: antes de abrirlas, hay que hacer bancos de ADN
para poder identificar a las víctimas que no cuentan con chapas para
ello. Quienes se oponen alegan que es mucho dinero, y, obvio, hay que
pagarlo, pero tengamos en cuenta que estamos hablando de gente que
entregó lo más bonito que tenía, su juventud, su vida, en defensa de la
legalidad democrática y merecen bastante más de lo que les estamos
dando.
Esta reclamación de las organizaciones memorialistas está
respaldada por Amnistía Internacional. Además, toda exhumación ha de ser
judicializada: tiene que haber una autoridad a la hora de levantar un
cadáver; la justicia así lo establece. Una autoridad puede ser, sin ir
más lejos, un secretario municipal; ya sabemos que los jueces no van a
ir, que se niegan a hacerlo, lo mismo que los fiscales. Pedimos al
Gobierno vasco que envíe a la ertzantza, que tiene competencias de
policía judicial, si no se judicializa, no hay delito de lesa humanidad,
los crímenes del franquismo, no existen.
También se pide al Gobierno vasco la creación de una comisión de la verdad, ¿no es cierto?
Los movimientos memorialistas, en 2008, presentamos una petición al
Parlamento vasco para que se creara una comisión de la verdad y no se ha
hecho nada. Seguimos demandando a los partidos que cumplan lo decidido
por el Parlamento. También queremos una ley vasca de la memoria
histórica útil tanto para recoger las demandas que he señalado como para
crear unidades didácticas para que la juventud sepa que sucedió y la
historia no se repita.
La gente joven desconoce qué pasó, aún y a pesar
de tener familiares desaparecidos. Esta situación actual es
negacionismo. Claro, aceptar todo esto sería aceptar que la transición
española fue un engaño y una traición a todas esas personas asesinadas,
fusiladas y abandonadas en las cunetas, además de los represaliados
durante la dictadura.
Como todo el mundo sabrá ya, estas últimas horas se ha producido un espantoso “atentado terrorista” en Niza, Francia.
Unas imágenes horribles que tardaremos en borrar de nuestra retinas.
Un camión de gran tonelaje se ha precipitado salvajemente sobre una
multitud que celebraba el día nacional de Francia y que volvía a sus
casas tras ver los fuegos artificiales, causando más de 80 muertos (84
víctimas cuando escribimos estas palabras).
No hace falta que incidamos en unos detalles escabrosos y absolutamente escalofriantes.
Poco podemos añadir a lo que ha sucedido, más allá de lamentar
profundamente la muerte de tantas personas inocentes que podríamos ser
nosotros mismos, en un ataque que promete tener consecuencias graves,
sobretodo por las características impactantes de la masacre a nivel
social y psicológico.
POCAS CONTRADICCIONES INICIALES
En anteriores atentados terroristas hemos destacado las profundas
contradicciones y circunstancias discutibles en las versiones oficiales
sobre los hechos; pero en este caso concreto, las contradicciones
parecen ser mínimas.
Podríamos destacar, en todo caso, las contradicciones en las
versiones iniciales ofrecidas por los medios, cuando por ejemplo las
televisiones hablaron de “intercambios de disparos” entre varios
ocupantes del vehículo asaltante y la policia.
Quizás esas contradicciones, (que rápidamente fueron denegadas por
los propios testigos presenciales de los hechos que eran entrevistados
por los medios), se deban a la confusión inicial propia de una masacre
de estas características.
Y quizás se deban también, a la mala praxis
periodística habitual de aquellos grandes medios que se autocalifican
como “serios”.
Sí podríamos destacar, como más sospechoso, el baile de datos acerca
de las presuntas armas que el asaltante llevaba con él en el vehículo.
Hemos pasado de escuchar versiones que hablaban de varios fusiles
Kalashnikov, granadas y explosivos, a versiones más recientes que hablan
de una pistola y de varias armas falsas, como fusiles impedidos que no
podían ser disparados, que el asaltante habría llevado en el vehículo.
¿A raíz de qué, alguien “acudiría” a un atentado tiroteo con “armas de juguete”?
Éste es, al menos en las horas iniciales, el punto más extraño y con menos sentido de la narración que nos ofrecen los medios.
También podríamos añadir a ello algún testimonio que afirmó haber
escuchado un tiroteo minutos después de que el asaltante fuera reducido.
¿De quién y contra quién? De momento, no parece haber una versión que
sustente estas afirmaciones.
Pero como decimos, estamos ante contradicciones menores, muy
diferentes a las graves contradicciones y sospechas que han rodeado los
últimos atentados, tanto en Francia, como en Bélgica, o en los recientes
tiroteos de EEUU, acaecidos en Orlando o Dallas.
PATRÓN REPETIDO
En todo caso, sí podríamos incidir en un patrón que se viene
repitiendo desde hace un tiempo en los últimos atentados (Orlando,
Dallas y ahora este en Niza): la figura del terrorista solitario (o
“lobo solitario”, como les gusta decir a los mass media).
Sistemáticamente nos encontramos con individuos que aparentemente
llevados por sus obsesiones personales, realizan espantosas masacres en
solitario y que sistemáticamente, son abatidos por la policia sin que
exista opción de que ofrezcan su testimonio o sus razones en una
declaración posterior, lo que deja la puerta abierta a que se manipule
toda la narrativa alrededor de sus intenciones.
No obstante, y especialmente en el caso del ataque de Niza, es
totalmente justificable que el atacante fuera abatido por la policia,
porque era necesario detener el camión e impedir que siguiera aplastando
a la gente.
Sin embargo, queda pendiente un estudio más profundo sobre la proliferación de esta narrativa relativa a la figura de los “individuos enajenados que se convierten en terroristas ocasionales”.
Es la clave de todo y es fácil intuir que esta nueva narrativa
centrada en individuos-terroristas, tiene profundas repercusiones para
la sociedad del futuro, puesto que cambiará la configuración del modelo
de control sobre la población.
Nos aproximamos a un mundo en el que la represión y el control
policial no se aplicará a colectivos, sino que se centrará en todos y
cada uno de los individuos.
La clave para justificar un gran hermano de características invasivas ahora inimaginables.
CONSECUENCIAS DE AMPLIA REPERCUSIÓN
Pero si hay un aspecto que realmente debemos discutir sobre este
atentado, son las previsibles consecuencias a nivel social, político y
represivo que tendrá esta masacre.
Hace tan solo dos días, subíamos un video-artículo en el que
destacábamos que Patrick Calvar, jefe de la Dirección General de
Seguridad Interior de Francia, declaró a miembros de la comisión
parlamentaria francesa, que su país “Está al borde de la guerra civil”.
JEFE DE INTELIGENCIA FRANCÉS ADVIERTE DE RIESGO DE "GUERRA CIVIL" EN FRANCIA...
*
Parece ser que lo que contenía esta información, era una oscura
premonición sobre lo que se aproxima a nivel social en Francia y quizás
en el resto de Europa.
En este aspecto, nuestros amigos latinoamericanos son unos
afortunados respecto a los europeos, pues permanecerán bien alejados del
terrible conflicto interno que pronto sufriremos en Europa (y que
quizás nos merezcamos por nuestras tropelías históricas).
ELEMENTOS PSICOLÓGICOS
Si Patrick Calvar advertía de que un nuevo atentado islamista en
Francia podía desembocar en un conflicto civil, difícilmente
controlable, lo cierto es que las características del atentado de Niza
lo convierten en el detonador idóneo para que se produzca este
estallido.
Para empezar, las características del ataque son especialmente
crueles y salvajes. Hay algo visceral y personal en aplastar y
atropellar con un camión a personas indefensas que están viviendo una
fiesta, que lo diferencia de cualquier atentado terrorista anterior de
carácter militarizado, con bombas o fusiles de asalto.
A nivel inconsciente, no es lo mismo ver a un atacante armado (que se
identifica inconscientemente con un soldado en una acción bélica), que a
un hombre que utiliza métodos “domésticos” para realizar una masacre.
En el primer caso, el agresor es un “combatiente yihadista”; sin embargo, en el segundo es un “musulmán rabioso y criminal”, un tipo que conduce un camión y que puede ser tu vecino o el tendero de la esquina.
Esto lleva a concluir que el efecto demoledor de división social que
puede acabar teniendo este atentado, es incluso superior al de las
masacres anteriores. Puede ser un punto de inflexión que divida
definitivamente a la sociedad francesa y provoque una oleada imparable
de resquemor y sospecha hacia todos los musulmanes.
Añadámosle a ello que el atentado se ha producido en Niza,
considerado uno de los feudos principales del Frente Nacional, la
ultraderecha francesa liderada por Marine Le Pen.
Y por útlimo, añadamos que el atentado se produce durante la
celebración del Día Nacional de Francia y que por lo tanto, es un ataque
contra la identidad nacional francesa en su conjunto, lo que aún
contribuye más a separar la sociedad entre los que se consideran
franceses “puros” y los que serán considerados por la ultraderecha como “invasores musulmanes”.
LA RESPUESTA DE LA EXTREMA DERECHA FORMA PARTE DEL PLAN
Podríamos pasarnos horas discutiendo sobre las causas profundas de
este tipo de terrorismo, sobre la actitud criminal y genocida de
occidente hacia los países musulmanes y sobre si ello podría justificar
su respuesta violenta.
Podríamos pasar horas discutiendo sobre la sospechosa política
migratoria en Europa desde hace años, que ha permitido la entrada de
miles de musulmanes radicales que no tienen la más mínima intención de
adaptarse a las costumbres occidentales y que tienen una conducta
claramente propia de un invasor.
Podríamos discutir sobre una sospechosa crisis migratoria que parece
haber sido orquestada en estos últimos meses para justificar una
presunta entrada “incontrolada” de elementos terroristas en Europa.
Podríamos hablar horas y horas sobre los extraños vínculos entre
muchos de estos terroristas y los servicios secretos occidentales en
diversos países (no parece ser el caso del atacante de Niza).
Y podríamos pasar mucho tiempo hablando sobre quién financia el
salafismo internacional y la proliferación de estos yihadistas.
Podríamos hablar del oscuro papel de Arabia Saudita, Catar o otras
monarquías del Golfo Pérsico en la promoción incesante del terrorismo
islamista; podríamos hablar de la vergonzosa permisividad de los
mandatarios occidentales con estos regímenes criminales y de la amistad a
veces personal (como en el caso de la familia real española), con estos
auténticos terroristas internacionales.
Podríamos hablar de la CIA y del papel de Israel en la promoción y
creación de Estado Islámico y Al-Qaeda y de todo este terrorismo
yihadista que parece obedecer a una agenda oculta.
Pero tras lo acaecido en Niza y tras las advertencias previas
realizadas por el jefe de la Inteligencia Francesa, creemos que el punto
focal debe centrarse en el papel que a partir de ahora tendrá la
extrema derecha francesa (y la del resto de países europeos).
Y es que todo parece indicar que la respuesta radical que dará esta ultraderecha forma parte del plan desde sus inicios.
Tenemos todos los ingredientes necesarios para fabricar una bomba social en Francia, que explote de un momento a otro.
Previsiblemente, no tardaremos demasiado en ver un contraataque
contra la población musulmana por parte de elementos organizados de
extrema derecha.
Posiblemente veamos ataques a mezquitas, algún que otro tiroteo o
ataque contra centros o locales musulmanes, ataques contra centros de
refugiados, incendios premeditados, etc…
Lo peor es que, llevados por la indignación que han provocado todas
estas matanzas, mucha gente aplaudirá en silencio y aprobará estos actos
de venganza indiscriminados, que a su vez, contribuirán a que cada vez
más musulmanes, que inicialmente no estaban a favor de los yihadistas,
se incorporen a sus filas.
Así pues, veremos una maquinaria de violencia entre dos bandos enfrentados, que se irá retroalimentando entre sí.
Estamos hablando de un gran potencial de caos social.
Y para controlar ese caos creciente, hará falta implantar un control
policial exhaustivo, un recorte radical de las libertades civiles y
prácticamente la instauración de un estado policial con una policia con
amplios poderes, sin restricciones y altamente militarizada.
Hará falta vigilar no solo las calles y los lugares públicos, sino el
interior de los hogares y las comunicaciones entre todos los
ciudadanos. Se mezclará la necesidad de controlar a grupos radicalizados
de extrema derecha, a grupos terroristas yihadistas y a individuos
concretos que actúan en solitario de forma imprevista.
Todo a la vez.
En definitiva: el sueño de todo aquel que quisiera implantar un Gran Hermano y un Estado Policial de facto.
Y como decíamos, para alcanzar este objetivo, la respuesta de grupos de extrema derecha resulta clave.
Cuando estos radicales ultraderechistas ataquen a los musulmanes, la narrativa oficial nos dirá que “estos actos solo sirven para contribuir aún más al crecimiento del yihadismo” y que “con cada ataque contra los musulmanes, nacen 1000 nuevos terroristas yihadistas que nos atacarán”.
Tendrán la excusa perfecta para aplicar el control exhaustivo sobre TODA LA POBLACIÓN.
Y es que hasta ahora, el control solo estaba justificado sobre parte
de la población: la fracción conformada por los musulmanes y los árabes,
fácilmente diferenciables a nivel cultural, étnico y racial.
Sin embargo, con la incorporación a la ecuación de los grupos de
extrema derecha, esa fracción occidental de la población que podríamos
calificar como “blanca”, pasará a formar parte de los “sospechosos que tienen que ser controlados”.
Así pues, quedará justificado plenamente el control sobre toda la
población en su conjunto, que era el objetivo inicial de todo el plan
para implantar este Nuevo Orden Mundial.
Por esa razón es tan necesaria la extrema derecha para alcanzar sus planes. El suyo es un papel clave en la agenda globalista.
Añadamos a ello la posible respuesta de grupos de extrema izquierda
contra esa extrema derecha y tendremos un cóctel perfecto para
justificar un estado policial indefinido.
Estamos a punto de vivir “todas las explosiones de la disgregación”.
Estamos al borde de un Jaque Mate.
Lo que pronto presenciaremos si nadie puede impedirlo, es lo más
parecido a una de esas películas japonesas “frikis”, en las que dos
monstruos enormes (Godzilla contra King Kong, por ejemplo), se pelean en
pleno centro de Tokio destrozándolo todo a su paso.
Parece como si los globalistas hubieran alimentado en silencio
durante años a ambos monstruos, encerrados en sus jaulas. Un buen día
decidieron liberar a Godzilla de su jaula y siguieron dándole alimento
para que se hiciera cada vez más fuerte, arrasando la ciudad a su paso,
mientras King Kong, espuma en boca, intentaba doblegar los barrotes de
su jaula para salir a su paso y atacarle.
Ahora van a liberar a ese King Kong ultraderechista y ambos monstruos
se pelearán a muerte en las calles de Tokio, derribando el viejo orden a
su paso y dando pie a que los adalides del Nuevo Orden arrojen sus
bombas sobre ellos para garantizar que se acaba con el caos de una vez
por todas.
Mientrastanto, nosotros, las personas de la calle que nada tenemos
que ver ni con unos ni con otros, seremos los que sufriremos las
consecuencias, aplastados por los cascotes del viejo mundo que caerán a
nuestro alrededor.
Habrá quien nos diga que debemos tomar partido por King Kong, que él
es el salvador que nos liberará de ese maldito lagarto gigante musulmán;
y habrá quien se siga sumando a las filas del lagarto para luchar
contra el viejo mono occidental.
Pero la mayoría de gente, lo que hará será pedir ayuda a las
autoridades globalistas; pedirán ayuda a los que en las películas se
presentaban como los expertos científicos, (encarnación viva de la
tecnocracia), que buscarán la manera de acabar con los malditos
monstruos; y sobretodo se encomendarán a los uniformados y militares,
con sus tanques y aviones, a los que la población implorará protección
armada a cambio de renunciar incluso hasta al más mínimo atisbo de
libertad.
“¡Protéjannos de los monstruos, haremos lo que ustedes nos digan!”
Y nadie se preguntará de dónde han salido esos monstruos, quién los
ha alimentado y porqué los han dejado acceder al centro de la ciudad, a
pesar de que se les venía venir desde kilómetros a lo lejos.
Lo único que pedirá la población, es seguridad…aunque ello implique vivir en la jaula donde estaban encerrados los monstruos.
Pero sobretodo, por encima de todas las cosas, lo que exigirá la
población es que no se caigan las redes, porque por lo visto, lo que
realmente le importa a la gente en estos momentos, es poder seguir
cazando pokémons con su smartphone, aunque el mundo se derrumbe a su
alrededor o esté enmedio de un bombardeo…