viernes, 19 de agosto de 2016

Feminismos y vestimentas: el burka en el centro del debate

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“Es la traducción de un proyecto político de contrasociedad, fundado principalmente sobre la esclavitud de la mujer”. Con estas palabras definió el primer ministro francés, Manuel Valls, la prenda que ha desatado la polémica en Francia durante los últimos días: el burkini.


 Este reportaje habla de un asunto que periódicamente sale a la luz en forma siempre de polémica.


Se trata de la traducción estival del burka, que actualmente está prohibido, junto con el niqab, en los espacios públicos del país galo. El pasado 12 de agosto, Cannes vetaba esta prenda de baño en sus playas. Tan sólo un día después, ocurría lo mismo en la localidad de Villeneuve-Loubet. Los arenales de Sisco y Le Touquet, han sido los últimos en sumarse. Valls ha mostrado su respaldo a los alcaldes de las localidades, pero ha descartado que el Gobierno vaya a trabajar en una legislación al respecto.


La oleada gestada en la costa francesa ha comenzado a expandirse por otros territorios. En Bélgica, la diputada de origen marroquí Nadie Sminate ha pedido la prohibición del traje de baño porque supone una “marginación a las mujeres de la sociedad”. En España, un parque acuático de Girona ha decidido vetarlo, pero esta vez para “evitar accidentes” con las atracciones.


 Al respecto se ha manifestado el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, quien apuesta por “respetar la voz de las mujeres y no tratarlas como si fueran menores de edad” porque, considera, deben poder “vestir y bañarse como quieran, es su libertad”. En España no existe ninguna legislación que prohíba el uso de este atuendo.


Los argumentos esgrimidos entre los dirigentes franceses partidarios de vetar la prenda se dividen en dos. Por un lado, la defensa de la seguridad, y por otro, el respeto a las libertades de la mujer. Diversas expertas en cuestiones de género arrojan algo de luz, en la medida de lo posible, a un debate que continúa abriendo frentes.


Libertad religiosa y de expresión


La controversia generada a raíz de la prohibición de este tipo de prendas alberga toda una serie de matices y subpuntos que contribuyen a intensificar el debate. La llamada al respeto y protección de la mujer corre el riesgo de caer en una vulneración de su libertad de elección. Es la tesis defendida por Ana Valero, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Castilla-La Mancha.


“Cualquier prohibición generalizada del uso de estas prendas puede vulnerar el derecho de libertad religiosa de estas mujeres”, sostiene la docente en conversación con este diario.


Valero recuerda los argumentos de seguridad y respeto a la libertad de las mujeres que fueron empleados también para prohibir el uso del burka en espacios públicos. “Prohibir el burka con carácter general no se sostiene”, considera la experta, “únicamente sería argumentable cuando se trate de supuestos en los que son necesarios la identificación de la mujer, como en el seno de organismos públicos, o en cuanto a las fotografías del DNI”, pero la situación no es la misma si hablamos de “andar por la calle o bañarse en las playas”.


Para Valero, “desde el momento en que una mujer adulta argumenta que usa esa prenda desde el ejercicio de su libertad” ir en contra de esa voluntad “no es sostenible”.


Además, recuerda el episodio de la prohibición del burka en el país vecino y que el Tribunal de Europeo de Derechos Humanos “dio la razón a Francia, pero sostuvo que los dos argumentos no son aceptables desde la perspectiva del convenio, sino que empleó otro que se basa en el principio de convivencia en común, y que gira en torno al derecho de las personas a ver el rostro de otras personas”, matiza Valero.


Próxima a esta línea argumental se encuentra la abogada y activista Violeta Assiego, quien indica que se está produciendo “una injerencia por parte de las autoridades públicas en la vida privada de las personas, criminalizando a un colectivo, el que practica la religión musulmana, sin que haya cometido delito, falta o crimen”.


Con esto, continúa, “lo que se está haciendo es estigmatizar a ese colectivo, criminalizarlo”. Assiego añade que, “para más gravedad, se hace tomando decisiones sobre la vestimenta de las mujeres” y, como consecuencia, “condicionando que las propias mujeres puedan ir a las playas y tener vida en contacto con otras personas”.


En sintonía con los argumentos defendidos por Valero, la activista cree que “cuando se coarta la libertad de expresión y se criminaliza a un colectivo especialmente vulnerable –por la oleada de islamofobia producto de los atentados más recientes–, cuando se le discrimina, se usa siempre el argumento de la seguridad”.


Para Assiego, eso es “lo que está haciendo Francia una y otra vez, ahora con el burkini, condicionando los derechos fundamentales de sus propios residentes”, con el “incremento de ir contra las mujeres, tratándolas como menores de edad”, remata.


Un “falso debate” occidental


“Lo primero que quiero decir es que es un falso debate”. Así lo entiende Glenys de Jesús, directora legal internacional de Women’s Link Worldwide, que en conversación con este periódico deja claro la postura de su organización. “No hay un feminismo, hay feminismos. Hay feminismo islámico y católico, y todos ellos son igual de válidos y tienen sus planteamientos al respecto”, reflexiona. “Hay un debate en el feminismo, sí, en un sector, en una corriente que es occidental, y que está definida por una clase social occidental y blanca”, continúa la experta.


Para Glenys de Jesús, el debate real sería aquel que analizara las formas en que “se manifiesta la presión que el patriarcado ejerce sobre las mujeres”, al tiempo que destaca que “una de esas maneras es cómo las mujeres deben o no deben vestirse”, cuestión que, considera, “se da en todas culturas, y Occidente no es ajena a eso”. Por ello “hacer este debate es obviar que también deberíamos hacer otro sobre la manera en que el patriarcado obliga a las mujeres occidentales a mostrarse en público”, que se materializa en la “imposición de un modelo de belleza” determinado. La experta entiende, por tanto, que “hay que hacer debates justos”.


Para la investigadora, “la posición que la sociedad da a las mujeres, real o percibida, se usa para medir el grado de civilización que existe”. Lo ejemplifica de forma clarificadora: que se juzgue a un pueblo porque “maltratan a sus mujeres, las encierran o no las dejan conducir”, y por otro lado que se critique de igual forma a los que “son incapaces de controlar a sus mujeres”, es una muestra de cómo”cada pueblo acusa al otro de ser bárbaro por la manera en que permite que sus mujeres se comporten”, analiza, “y eso es porque las mujeres somos usadas para definir el grado de civilización del otro”.


En síntesis: “La mujer sirve para medir al hombre”. Por este motivo, señala, “la discusión actual no trata sobre la igualdad de las mujeres, sino sobre el comportamiento de esos hombres”.



De Jesús subraya que, de realizar un debate real sobre igualdad, sería necesaria una “discusión más seria, más profunda, que obligaría a mirarnos nuestro propio ombligo”, hecho que prácticamente descarta, porque “es mucho más fácil mirar el ombligo ajeno, sobre todo cuando es para desacreditarlo”, concluye.


Precisamente la activista Violeta Assiego también comparte el análisis de Glenys de Jesús. “Se está actuando de la misma manera que la crítica que se realiza al colectivo por imponer un tipo de vestimenta”, y esto, además, cobra mayor notoriedad por “mezclar ley con moralidad, algo tremendamente peligroso cuando hablamos de libertades y derechos”, apunta. “Es de una gravedad increíble porque se trata del reverso de la misma moneda”, lamenta Assiego.



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Houda Louassini, escritora e hispanista marroquí, actualmente residente en Francia, comparte el temor ante las decisiones tomadas recientemente en el país vecino. “En este momento se está viviendo una situación tensa, y hay una especie de sentimiento de atasco, la gente está confundiendo todo”, diagnostica en conversación telefónica con este diario. Louassini, que reconoce su aversión hacia el burkini, califica como “paradójico” que desde Occidente se reproduzcan comportamientos similares a los del Dáesh: “Ellos prohiben a las mujeres desnudarse, y Francia quiere prohibir que se cubran”.



Feminismos y vestimentas: el burka en el centro del debate

 

 

 



jueves, 18 de agosto de 2016

El ‘burkini’ y la teta de Facebook


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 No es fácil el debate del burkini y menos bajo esta pomposidad. Al menos Remona Aly pone un poco de humor en The Guardian. Se acumulan razones a ambos lados, es un asunto complejo y está repleto de trampas. La principal: el riesgo de caer en la islamofobia. El rechazo visceral al burkini forma parte de la misma (in)cultura política que rechaza a los refugiados sirios por el hecho de ser musulmanes (algo que no decimos). Todo es producto de la ignorancia y del miedo.

 
En los casos complicados tengo mis medidores de opinión: me dan la pauta de por dónde ir. ¿Qué dice Manuel Valls, primer ministro francés? Lo más seguro es estar en la posición contraria. Valls apoya los vetos al burkini pero rechaza legislar contra él. ¿Se puede vetar aquello que no está prohibido por ley?


No veo problema alguno en que una persona, sea mujer u hombre, elija libremente su vestimenta, sea en la calle o en la playa, sea top less, bañador de una o dos piezas o burkini. No me ofenden el pecho desnudo ni el hiyab, lo que me molesta es la mala educación sea cual sea la religión, nacionalidad y raza del contaminador.


Nos estamos especializando en lo superficial, en centrar los debates en lo accesorio. El problema no es el burkini, como no lo son el hiyab, el burka o el niqab, sino la obligación de llevarlo. El problema es la cultura patriarcal que impone a la mujer la desaparición física, que la recluye en trabajos domésticos y le niega el derecho a la escuela.


No creo que esa cultura machista y abusiva sea patrimonio exclusivo del islam. Tiene más que ver con la falta de una educación basada en los principios de libertad y tolerancia. Es algo que crea fricciones con las religiones y los pensamientos absolutos basados en una visión cerrada y sin dudas del mundo que nos rodea. Los principios democráticos (y la ciencia) quiebran el negocio del oscurantismo, sea cual sea su apellido. La Tierra, digan lo que digan los dioses, se mueve.


Es cierto que existe un pulso del islamismo radical contra el Estado laico, más visible en Francia, capital y símbolo de ese laicismo. El burkini, el hiyab, el burka y el niqab serían, según esta tesis, herramientas de un combate.


No sé si se podría afirmar que los radicales católicos (¿se puede utilizar el adjetivo en este caso?) mantienen un pulso similar, aunque están algo más debilitados. Ya no se dan las condiciones del siglo XX y anteriores. ¿Tiene el Estado el derecho a legislar e imponer normas de obligado cumplimiento a la comunidad? Según el cardenal Cañizares, sito en Valencia, donde predica su visión apocalíptica del mundo, no.


Los arzobispos de Getafe, Alcalá de Henares y Córdoba han realizado declaraciones que vinculan los que ellos llaman “cultura de género” con el nazismo. Son muchas sus declaraciones y homilías que les sitúan en la misma radicalidad que algunos imanes. ¿Por qué solo vemos la estupidez de unos y no la de todos? ¿Cómo se puede defender el Estado de este tipo de prédicas antidemocráticas? ¿Existe libertad de expresión incluso para decidir barbaridades? ¿Sería parte de esa misma libertad de expresión escoger la ropa con la que nos sentimos más identificados?


No hace tanto, la batalla en España era el bikini, y aún hoy lo es el top less. Las batallas ideológicas y morales siempre son sobre el cuerpo de la mujer, o sobre los derechos de las personas.


En países democráticos como EEUU se considera más grave la exhibición de un pezón que la violencia en una película o una serie televisiva. La censura de la teta se extiende por la Red. Facebook es el adalid de ese puritanismo cibernético. ¿No forma parte toda esta mojigatería de la misma radicalidad?


La imagen de una deportista egipcia, de la que hablamos la semana pasada, provocó un gran debate en las redes sociales y en la prensa sensacionalista, que ya es casi toda. Solo nos interesó el debate desde el punto de vista de nuestro mundo liberal y tolerante donde se multiplicaron los titulares y los comentarios contra la deportista por vestir el hiyab. En el mundo musulmán también hubo quien se escandalizó, pero porque la deportista había mostrado su cuerpo: su vestimenta no escondía bien los pechos y los glúteos, algo al parecer grave. Tanto o más que una teta en Facebook.


El reto radical no se libra en la vestimenta, que es, en todo caso, un efecto, sino en los motores, en las causas. La batalla contra este tipo de inquisidores, sea cual sea su religión o fe política, debe darse en la educación, el único campo de batalla con posibilidades de victoria sobre la hoguera y lapidación.
El Estado tiene derecho a imponer leyes y a perseguir delitos como la ablación, la infibulación o los mal llamados crímenes de honor porque no hay nada de honor en ellos. No hay creencia religiosa o costumbre que pueda estar sobre la ley. ¿Debe entrar el burkini en esta categoría? ¿Son las playas el campo de batalla?


El burkini se ha transformado torpemente en un muro, otro más, cuando la visión de una playa plural en el vestir, o en el desvestir, debería ser un puente, un paso en la educación en la tolerancia.


Los contrarios a cualquier concesión argumentan que “ellos” nos imponen su forma de vestir cuando viajamos a sus países, que prohíben toda muestra religiosa, que por mostrar la cruz uno puede acabar en el patíbulo. Donald Trump pertenece a este grupo. Propone exámenes de idoneidad ideológica para entrar en EEUU cuando él difícilmente pasaría uno y menos aún un test psicológico.


Mi vecino de asiento de tren, que me ha leído por encima del hombro este texto y se ha puesto a discutir conmigo sobre el asunto, sostiene que es necesario obligarles a firmar un contrato, supongo que a los musulmanes, de aceptación de nuestra forma de vivir, de nuestras costumbres. Ya existe ese contrato: se llama la Ley, y obliga a todos; a Cañizares, también. En el cumplimiento de la ley no debería librarse ni dios.


Ramón Lobo




El Frente Polisario afirma que Marruecos va a lanzar una gran operación militar en el Sáhara


 Rabat consolida su capacidad defensiva ante la amenaza de una entente de Ghali con Mauritania


El Frente Polisario acaba de señalar, en una nota de la publicación El Confidencial Saharaui, que el Ejército marroquí prepara una gran ofensiva en los territorios liberados del Sáhara Occidental”. 


En el citado texto se manifiesta textualmente que “las fuerzas de ocupación marroquíes se disponen a lanzar unas operaciones militares, la mayor amenaza llevada a cabo hasta ahora por el régimen de Mohamed VI en el Sáhara Occidental, en los territorios liberados dominados por Marruecos como zona tampón para recuperar el control de toda la región próxima a La Güera, la primera y séptima región militar del ejército de la liberación saharaui. Lo que sucede en los territorios ocupados del Sáhara Occidental es cada vez más preocupante, según informan activistas saharauis. Reportan el aterrizaje en el aeropuerto de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, de varias aeronaves militares del ejército marroquí, helicópteros y cazas de combate”.


Desde que muriera Mohamed Abdelaziz y lo sustituyera Brahim Ghali como dirigente máximo del Frente Polisario, el conflicto del Sáhara ha vuelto a tomar una cierta actualidad, dado que Ghali ha señalado en repetidas ocasiones su intención de volver a la lucha armada, mientras que Marruecos considera “absolutamente inviable un Sáhara independiente polisario” y continúa “trabajando en dotar a la zona de una amplia autonomía”. Rabat ha admitido la vuelta del personal civil de la ONU, al que había expulsado tras un desencuentro diplomático.


El Confidencial Saharaui destaca asimismo que “el ejército de ocupación ha desplegado en zonas militares como Amgala y Bir-Ganduz refuerzo de tropas terrestres, tanques de guerra y artillería pesada. 


El destacamento militar contó también con expertos en dispositivos sofisticados para la monitorización, formando una línea de defensa, según la misma fuente". "La región posible escenario de operaciones”, dice la nota, “Adamir, se encuentra muy próxima a Al Gargarat, frontera del Sáhara Occidental con Mauritania. Al parecer, durante esta semana, la dirección militar marroquí ordenó la concentración de considerables contingentes de tropas en toda la zona de Auserd, según informa otra fuente saharaui”.


Fuentes extraoficiales consultadas por Canarias Ahora en Marruecos señalaron que “ resulta muy curioso que, cuando hemos mantenido una actitud conciliadora y nos hemos pronunciado en múltiples ocasiones por una solución política consensuada y que contente a todas las partes, ahora el Polisario señale que es Rabat quien opta por la violencia”. Las mismas fuentes advirtieron que “a esa nota no hay que darle ninguna importancia.


 No es más que búsqueda de publicidad, puesto que no cita fuentes de ningún tipo y, además, pone de manifiesto incoherencias que cualquiera puede apreciar. El Confidencial Saharaui señala que esa supuesta gran operación militar va a llevarse a efecto “ en los territorios liberados dominados por Marruecos”. Si están dominados por Marruecos, ¿para qué vamos a lanzar una operación militar allí? Es absurdo ”.
 

La prensa marroquí consultada por este periódico introduce vectores que la nota del Polisario no contempla. Así, el periódico Le 360 señala que “e l ejército marroquí lleva a cabo una operación de rastrillaje en el no man land (tierra de nadie) sahariano situado más allá del puesto fronterizo con Mauritania, Guerguerat. Objetivo: limpiar esa región, que se extiende sobre 7 kilómetros y que ha devenido una planicie de numerosa e incontrolada circulación” .


 Este periódico continua manifestando que “es la tercera operación de rastrillaje que lleva a cabo el ejército marroquí en estos tres últimos años en una región considerada por el Polisario como zona libertada, mientras que está bajo soberanía marroquí”


 Le 360 justifica esa operación de rastrillaje dado que “es necesario limpiar una amplia zona por donde circulan impunemente: armas, transporte en coche de bandas mafiosas no identificadas, tráfico de cigarrillos y drogas, sin olvidar la amenaza que hacen planear los terroristas de todo tipo que surgen de la región sahélo-sahariana. La última de la que se tuvo constancia fue proferida por el polisario de Daech, Adnane Abou Walid, cuando amenazó con atacar al contingente de la Minurso desplegado por una y otra parte de la pared marroquí de defensa”.


Otro diario marroquí aporta más datos. El periódico Akhbar Al Yaoum en su edición de hoy, martes 16 de agosto de 2016, advierte que “conforme a un convenio secreto firmado, bajo supervisión francesa, entre Marruecos y Mauritania, la zona de Lagouira debería tener un estatuto especial a cargo de Mauritania y fuera de todo control directo de Marruecos. Entonces, el movimiento del Ejército marroquí en esta zona responde a provocaciones de las milicias del Polisario que piensan apoderarse de esa superficie y transformarla en territorio liberado, como es el caso de las fajas situadas en el norte de la zona de tapones controlada militarmente por el Polisario”. 


Con respecto al silencio oficial de Rabat, Akhbar Al Yaoum destaca, a través de una declaración del experto en asuntos africanos Moussaou Ajlaoui, que “s i los funcionarios marroquíes escogieron guardar silencio en cuanto al movimiento del Ejército marroquí al sur del reino, es porque la zona de Lagouira reviste una importancia estratégica fundamental y Rabat es consciente de las intenciones hostiles de los mauritanos, quienes pretenden conceder esta parte del territorio marroquí al Polisario, a vista de la aproximación entre ambas partes ”. 


El periódico añade que que “ si hasta hoy, el ejército marroquí todavía no ha entrado en Lagouira, únicamente es para responder a la demanda hecha por Francia de cara a no perturbar la situación de Nouadibou - situada a 16 km de Lagouira - ciudad fundamental de la economía mauritana” .








LAS GUERRAS DE EEUU HAN MATADO ENTRE 20 Y 30 MILLONES DE PERSONAS DESDE LA 2ª GUERRA MUNDIAL

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A lo largo de la Guerra Fría, y hasta el día de hoy, el gobierno estadounidense se ha retratado a sí mismo como un proveedor de libertad y democracia en todo el mundo.


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Sin embargo, cuando se echa un vistazo a los resultados de nuestra política exterior, se hace evidente que no es más que un proveedor de muerte y miseria.


La organización We Are Change, examinó recientemente todos los conflictos recientes en lo que EEUU ha participado o promovido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.


El resultado es que EEUU ha causado la muerte de entre 20 y 30 millones de personas en todo el mundo desde entonces.


Los números se derivan de cualquier conflicto en el que los EEUU hayan tenido un papel crucial, incluyendo innumerables guerras de poder encubiertas y revoluciones provocadas.


Las guerras en las que ha participado EEUU directamente, incluyendo Corea, Vietnam e Irak, han provocado, al menos, entre 10 y 15 millones de muertes.



Los números son, por supuesto, difíciles de determinar, en parte porque los historiadores continúan cambiando sus estimaciones de víctimas. Y en muchas de estas guerras de poder más pequeños, es difícil determinar el número exacto de muertes directamente relacionadas con el apoyo financiero y material de EEUU.


Sin embargo, incluso si usted trata de hacer una estimación conservadora, el número de muertos sigue siendo de varios millones y pone a EEUU, como mínimo, al mismo nivel que otros regímenes totalitarios del siglo XX.


Fuente: http://www.thedailysheeple.com/us-foreign-policy-is-responsible-for-20-30-million-deaths-since-ww2_112015


http://wearechange.org/study-u-s-regime-has-killed-20-30-million-since-world-two/




miércoles, 17 de agosto de 2016

Rusia presenta evidencias de que el 11-S fue un Auto-Atentado


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 Rusia presenta evidencias de que el 11-S fue un Auto-Atentado 





''Los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron una operación interna angloamericana en connivencia con los servicios secretos israelíes'' declara un investigador ruso.



 ''Los dispositivos nucleares que se utilizaron fueron una versión modificada de los proyectiles de artillería W-54 proporcionados a las fuerzas israelíes entre 1988 y 1998 de los excedentes estadounidenses exportados ilegalmente durante la era Bush-Clinton''.


viernes, 12 de agosto de 2016

Las vergüenzas de España




La situación en la que nos encontramos no me deja otra opción que mirar atrás y recordar la breve y finiquitada XI Legislatura.


Desde que iniciamos los procesos electorales en los que nuestro país lleva sumido desde hace ya más de un año – teniendo en cuenta las elecciones municipales, autonómicas,… – lo que más me ha sorprendido es la capacidad de la gente para hablar de la manipulación de los medios de comunicación y de las empresas demoscópicas.


Sin embargo, lo que a mí me llama la atención es la capacidad del ciudadano de a pie para no ser capaz de elaborar su propia opinión y quedarse sólo con los titulares, cada cual más llamativo, denigrando a tal líder y cual formación política.


Sé que a muchos les resulta interesante que ya no sepamos nada de Venezuela o de Grecia y, supongo, tendremos que esperar a que haya unas terceras elecciones para volver a saber de estos países.


Durante meses, nos han sumido en una política informativa basada en el miedo y, nosotros, los ciudadanos de a pie nos hemos dejado llevar por esa política del miedo, porque somos vagos y preferimos leer un titular que la noticia entera. Y, si eso es así, ni hablar de buscar información alternativa, comparar y elaborar nuestra propia opinión. Sí, somos vagos.


Pero hay que ir más allá, a las redes sociales. Porque, ahora, la principal fuente de información son las redes sociales – esas en las que, periódicamente, se “mata” a Chayanne por ejemplo – que, a su vez, están llenas de perfiles falsos y trolls que parecen poseer la verdad absoluta.


Y yo voy a salir del armario y confesar que voto a Podemos y que, cada día que pasa, me sorprenden más esos perfiles que se dedican a “hacer campaña” en favor de esta formación política usando insultos, críticas y acoso a través de las redes sociales a quienes no opinan como ellos, colaborando – a sabiendas quizás – a que se mantenga la mala imagen que el partido tiene en un sector de la sociedad. Hacéroslo mirar, porque lo que hacéis no favorece en nada a la formación.


Estas actitudes nos deberían dar vergüenza; incluso más que la incapacidad que muestran nuestros políticos para hacer algo.


A estas alturas, aquellos que decían que no buscaban sillones, los tenían pactados. Aquellos que decían que jamás apoyarían a un gobierno corrupto, ahora están a dos días de darle el “sí quiero”. Aquellos que decían que jamás pactarían con nacionalistas, ya se han sentado a hablar con ellos. Y, así, un largo y vergonzoso etcétera.


Y, los españoles de a pie, seguimos sin querer informarnos. Seguimos prefiriendo creer que un grupo de antisistemas de Podemos irrumpió en una iglesia en Cádiz y quemó un cristo crucificado, aunque se probara que la noticia era de Chile.


 Seguimos queriendo pensar que Pablo Iglesias es un “antiespañol” porque dijo que no se sentía español en un vídeo recortado que duraba 2 minutos, en lugar de buscar el vídeo completo y descubrir que lo decía porque no se identificaba con las políticas del Partido Popular.


 Seguimos queriendo pensar que Alberto Rodríguez hizo una entrevista “fumado”, por no pararnos a buscar el vídeo real no manipulado.


Sí, señoras y señores, preferimos ser ignorantes y dejarnos manipular por cuentas de Twitter y Facebook y por los medios de desinformación.


Y, lo más importante, es que olvidamos que en las elecciones generales no se vota a personas o líderes de una u otra formación, sino que votamos políticas. No tiene que gustarte Rajoy, sino las políticas del PP.


No tiene que parecerte atractivo Pedro Sánchez, sino las políticas que plantea el PSOE. No tiene que agradarte Albert Rivera, tienes que estar a favor de las políticas de Ciudadanos. No tiene que gustarte la coleta de Pablo Iglesias, tienes que ver lo que las políticas de Podemos pueden hacer por nuestro país.



Deberíamos votar por políticas en favor de los autónomos, de la sanidad pública, de la educación, de los recortes en lo que se debe recortar (casa real, salario de diputados y senadores, diputaciones,…), de la dependencia, de una ley electoral justa para todos los partidos; pero, sin embargo, muchos españoles han preferido dar la espalda a unas políticas justas en favor de otras que sólo benefician a unos pocos.


Nos debería dar vergüenza, deberíamos aprender y deberíamos ser capaces de salir a la calle a pedir un gobierno en el que la corrupción no tenga cabida.


Esta es la España en la que vivimos. Una España desinformada.


Estas son las vergüenzas de ésta, nuestra España.


 Jorge Guerrero
 
 
 
 
 

Cuba: La revolución imperdonable

William Blum*.─ La existencia de un gobierno revolucionario socialista con lazos crecientes con la URSS a sólo 90 millas de su territorio era una situación que ninguna superpotencia que se respetase podía tolerar, se insistía en EE.UU., y en 1961 se emprendió una invasión. Pero a menos de 50 millas de la URSS estaba Pakistán, un aliado íntimo de EE.UU., miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Sur Oriental (la alianza anticomunista creada por los norteamericanos) desde 1955. En la misma frontera soviética estaba Irán, entonces un aliado todavía más cercano de EE.UU., con sus puestos de espionaje electrónico, la vigilancia aérea y las infiltraciones hacia el territorio ruso de agentes estadounidenses. Y junto con Irán, también en la frontera de la URSS, estaba Turquía, miembro de la OTAN desde 1951.

En 1962, durante la “crisis cubana de los misiles”, Washington, al parecer en estado de pánico, informó al mundo que los rusos estaban instalando misiles “ofensivos” en Cuba e instituyeron con rapidez una “cuarentena” para la isla: un poderoso despliegue de fuerzas de la Marina detendría y registraría todas las embarcaciones cercanas a Cuba, y se le impediría el paso a todo cargamento militar. Sin embargo, EE.UU. tenía misiles y bases de bombarderos en Turquía, así como otros misiles en Europa occidental que apuntaban a la URSS. Khruschov escribiría más tarde:
Los norteamericanos habían rodeado nuestro país con bases militares y nos amenazaban con armas nucleares, y ahora sabrían exactamente cómo se siente el tener misiles enemigos apuntándote; no estaríamos haciendo otra cosa que darles un poco de su propia medicina [...] Después de todo, Estados Unidos no tiene ningún conflicto moral o legal con nosotros. No hemos dado a los cubanos nada más de lo que los norteamericanos les han dado a sus aliados. Tenemos los mismos derechos y oportunidades que los norteamericanos. Nuestra conducta en la arena internacional se rige por las mismas reglas y límites que la de los norteamericanos. (1)

En caso de que alguien no entendiera las reglas por las cuales se regían los norteamericanos, como era al parecer el caso de Khruschov, la revista Time se apresuró a explicarlas: “Esta ecuación por parte de los comunistas [refiriéndose a la propuesta de Khruschov de retirar mutuamente los misiles de Cuba y Turquía] tiene motivos tácticos obvios. Y ha provocado confusión moral e intelectual entre los neutralistas y pacifistas [que habían apoyado la propuesta]”. La confusión residía, al parecer, en no ver claramente quiénes eran los tipos buenos y los malos pues “el propósito de las bases norteamericanas [en Turquía] no es chantajear a Rusia, sino fortalecer el sistema defensivo de la OTAN, que ha creado una barrera protectora contra la agresión rusa. Como miembro de la OTAN, Turquía aprobó las bases como una contribución a su propia defensa”. Cuba, invadida sólo un año antes, no podía tener preocupaciones por su defensa, y Time continuaba su sermón:

Aparte de estas diferencias entre los dos casos, hay una diferencia moral enorme entre los objetivos de Rusia y los de EE.UU. [...] Igualar las bases norteamericanas y rusas es de hecho igualar los propósitos rusos y norteamericanos [...] Las bases estadounidenses, como las de Turquía, han ayudado a mantener la paz desde la Segunda Guerra Mundial, mientras que las bases rusas en Cuba amenazan con destruir la paz. Las bases rusas tenían la intención de facilitar la conquista y dominación, mientras que las bases norteamericanas fueron erigidas para preservar la libertad. La diferencia debería, ser obvia para todos. (2)

Igualmente obvio era el derecho de EE.UU. a mantener una base militar en suelo cubano, un vestigio de colonialismo atravesado en la garganta del pueblo de la isla que EE.UU., hasta el dia de hoy, se niega a abandonar a pesar de las vehementes protestas del Gobierno cubano.

En el diccionario norteamericano, además de las bases y los misiles buenos y malos, hay revoluciones buenas y malas. Las revoluciones francesa y norteamericana fueron buenas. La Revolución cubana es mala, y debe serlo cuando tantos han salido del país por su causa. Pero al menos cien mil personas abandonaron las colonias británicas en América durante y después de la revolución en las mismas. Estos conservadores no podían aceptar los cambios políticos y sociales, tanto los reales como los temidos, en particular ese que ocurre en todas las revoluciones merecedoras de tal nombre: que los que siempre fueron considerados inferiores ya no sepan cuál es su lugar (o como lo expresó el secretario de Estado de EE.UU. tras la Revolución rusa: los bolcheviques buscaban “hacer que las masas ignorantes e incapaces dominaran la tierra" (3).

Los conservadores huyeron a Nueva Escocia y Gran Bretaña contando historias sobre los bárbaros, disolutos e impíos revolucionarios norteamericanos. Quienes se quedaron y se negaron a jurar lealtad al nuevo gobierno fueron privados prácticamente de todas sus libertades civiles. Muchos fueron encarcelados, asesinados u obligados al exilio. Después de la Guerra Civil norteamericana miles más huyeron a Sudamérica y a otros sitios, también perturbados por la revuelta social. ¿Por qué no esperar entonces un éxodo después de la Revolución cubana? Una verdadera revolución social, que dio lugar a cambios, mucho más profundos que los experimentados nunca en Norteamérica. ¿Cuántos más hubieran salido de EE.UU. si a 90 millas tuviesen la nación más rica del mundo ofreciéndoles la bienvenida y proponiéndoles todo tipo de beneficios y recompensas?

Después del triunfo revolucionario en enero de 1959, aprendimos que también había secuestradores buenos y malos. En varias ocasiones los aviones y embarcaciones cubanos eran secuestrados hacia EE.UU. pero no se devolvían a Cuba ni se castigaba a los causantes. En lugar de ello, algunos de esos aviones y barcos pasaron a manos de las autoridades norteamericanas como parte de la indemnización reclamada por empresas norteamericanas al Gobierno cubano (4). Pero también estaban los malos secuestradores: los que forzaban a aviones a volar de EE.UU. hacia Cuba. Cuando comenzó a haber más vuelos en esa dirección que en la opuesta, Washington se vio obligado a reconsiderar su política.

Al parecer también había terroristas buenos y malos. Cuando los israelíes bombardearon las oficinas de la OLP en Túnez en 1985, Ronald Reagan expresó su aprobación. El presidente aseguró que las naciones tienen el derecho a ejercer represalias por los ataques terroristas “siempre que se lleven a cabo contra los responsables” (5). Pero si Cuba hubiera lanzado bombas en cualquiera de los cuarteles de los exiliados anticastristas en Miami o Nueva Jersey, Reagan se habría lanzado a la guerra probablemente, aunque por más de veinticinco años el gobierno de Castro hubiera soportado una extraordinaria serie de ataques terroristas realizados en Cuba, en EE.UU. y en otros países por parte de los exiliados y sus mentores de la CIA (ni siquiera analizaremos las consecuencias de que Cuba bombardease oficinas de la CIA).

Los bombardeos y ametrallamientos en Cuba por parte de aviones que despegaban de bases estadounidenses comenzaron en octubre de 1959, si no antes (6). A principios de 1960 hubo varios ataques aéreos contra cañaverales e ingenios azucareros en los cuales también participaron pilotos norteamericanos; al menos tres de ellos murieron al ser derribados y otros dos fueron capturados. El Departamento de Estado reconoció que un avión, que se había estrellado en Cuba y en el cual murieron dos norteamericanos, había despegado de la Florida, pero insistió en que lo había hecho en contra de la voluntad del Gobierno estadounidense (7).

En marzo de ese año un carguero francés que desembarcaba municiones provenientes de Bélgica, hizo explosión en La Habana y segó setenta y cinco vidas e hirió a unas doscientas, algunas de las cuales murieron más tarde. Estados Unidos negó la acusación de sabotaje hecha por Cuba pero admitió que había tratado de impedir el envío de armas (8). Y así siguieron las cosas, hasta llegar al punto culminante, en abril de 1961, con la infame invasión por Bahía de Cochinos organizada por la CIA. Más de cien exiliados murieron en el ataque y cerca de mil doscientos fueron hechos prisioneros. Luego se reveló que cuatro pilotos norteamericanos que volaban a las órdenes de la CIA también habían muerto (9).

El ataque a Bahía de Cochinos se había planeado confiando en que el pueblo cubano apoyaría a los invasores (10), lo que no ocurrió. Las fuerzas que invadieron estaban formadas por antiguos partidarios y esbirros de Fulgencio Batista, el dictador derrocado por Castro, y estos no habrían sido bienvenidos por los cubanos bajo ninguna circunstancia.

A pesar de que la administración Kennedy estaba en una posición sumamente delicada por este fracaso, se inició casi de inmediato una campaña de agresiones a menor escala contra Cuba. Durante los años 60, la isla fue sometida a incontables ataques comandos por aire y por mar llevados a cabo por exiliados, en ocasiones acompañados por sus supervisores de la CIA, para causar daños en refinerías, plantas químicas y vías férreas; cañaverales, ingenios y almacenes de azúcar; se infiltraron espías, saboteadores y asesinos, cualquier cosa para dañar la economía cubana, promover la disensión o crear malestar en torno a la revolución; durante este proceso perdieron la vida numerosos milicianos y otros cubanos; hubo ataques pirata contra barcos pesqueros y mercantes cubanos; bombardeo a navíos soviéticos fondeados en Cuba; asalto a un campamento militar soviético, durante el cual doce soldados rusos fueron heridos; un hotel y un teatro fueron tiroteados desde el mar porque se suponía que en ellos se encontraban rusos y otros europeos del Este (11).

Estas acciones no se llevaban siempre a cabo por órdenes directas de la CIA o con su conocimiento previo, pero la Agencia no podía negar su auspicio general. Había creado un centro de operaciones en Miami que era casi un estado dentro de la ciudad —por encima, en contra y fuera de las leyes de EE.UU., para no mencionar las internacionales- con un personal de varios cientos de norteamericanos que dirigían a muchos más agentes cubanos en tales tipos de acciones, con un presupuesto que excedía los cincuenta millones de dólares anuales y un acuerdo con la prensa local para mantener silencio sobre las operaciones en Florida excepto cuando la CIA quería que algo se publicitara (12).

El artículo 18 del Código Penal de EE.UU. declara que es un crimen organizar “una expedición militar o naval u otra empresa” en el territorio norteamericano contra un país con el que EE.UU. no está (oficialmente) en guerra. Aunque las autoridades estadounidenses impidieron algún que otro complot de los exiliados, o incautaron una embarcación —a veces porque los guardacostas u otros funcionarios no habían recibido el aviso apropiado—, ningún cubano fue procesado bajo esta acusación. Era lo que cabía esperar puesto que el propio fiscal general Robert Kennedy había determinado después de los sucesos de Bahía de Cochinos que la invasión no constituyó una expedición militar (13).

Los ataques comando fueron combinados con un bloqueo comercial y crediticio total, que se mantiene hasta hoy, el cual afectó muy seriamente la economía cubana y el nivel de vida de la sociedad. Tan estricto ha sido el mismo que cuando Cuba fue golpeada por el huracán Flora en octubre de 1963, y un club social de Nueva York, la Casa Cuba, acopió gran cantidad de ropa como ayuda, EE.UU. se negó a darle la licencia de exportación sobre la base de que tal embarque era “contrario a los intereses nacionales” (14). Además, se presionó a otros países para que se sumaran al bloqueo, y los bienes destinados a Cuba eran saboteados: se dañaban las maquinarias, se añadían químicos a los lubricantes para deteriorar las máquinas que los utilizaran, se le pagó a un fabricante de Alemania occidental para que produjera "cajas de bolas” descentradas, y a otro, para que entregara engranajes de ruedas defectuosos. “Cuando le pides a un fabricante que se meta en un proyecto como ese contigo estás hablando de dinero, porque tiene que readaptar toda su tecnología en función de eso [dijo un oficial de la CIA implicado en estos sabotajes]. Y se va a preocupar probablemente por el efecto que eso va a tener en sus negocios futuros. Podrías tener que pagarle varios cientos de miles de dólares, o más” (15).

Un fabricante que desafió el bloqueo fue la British Leyland Company, que vendió un gran número de autobuses a Cuba en 1964. Las repetidas críticas y protestas de los funcionarios y congresistas en Washington no impidieron las entregas de los mismos, y de pronto, en octubre, un carguero de Alemania oriental que transportaba cuarenta y dos autobuses hacia Cuba chocó en medio de una espesa niebla con un navío japonés en el Támesis. La embarcación nipona pudo seguir navegando, pero el carguero había encallado. Los autobuses debieron ser “descontados”, dijo la compañía Leyland. En los principales periódicos británicos no fue más que el reporte de otro accidente (16). En el New York Times ni siquiera apareció. Pasó toda una década antes de que el columnista norteamericano Jack Anderson revelara que sus fuentes de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional le habían confirmado que la colisión había sido preparada por la CIA con la cooperación de la inteligencia británica (17). Después de esto, otro oficial de la CIA declaró que se sentía escéptico en relación con esta historia, aunque admitió que “es cierto que estábamos saboteando los autobuses Leyland que iban hacia Cuba desde Inglaterra y esto era un asunto de mucha sensibilidad” (18).

No hay duda de que mucho más sensible fue el uso de armas biológicas y químicas contra Cuba por parte de EE.UU. Se trata de un récord notable. En agosto de 1962, un carguero británico alquilado por los soviéticos fondeó en la bahía de San Juan para reparar su propela, dañada al chocar con un arrecife. Iba con destino a la URSS cargado con 80.000 sacos de azúcar cubana. El buque fue llevado al dique seco y se descargaron 14.135 sacos para un almacén a fin de facilitar las reparaciones. Mientras estaba almacenada, el azúcar fue contaminada por agentes de la CIA con una sustancia que supuestamente era inofensiva pero desagradable al paladar. Cuando el presidente Kennedy supo de esta operación, se puso furioso porque se había llevado a cabo en territorio estadounidense y si era descubierta, daría a la URSS evidencias para una campaña de propaganda y sentaría un terrible precedente en el campo del sabotaje químico de la Guerra Fría. Indicó que el azúcar no debía ser enviada a los rusos, aunque no se sabe qué explicación oficial se les ofreció (19). Otras acciones similares al parecer no fueron canceladas. El oficial de la CIA que ayudó a dirigir los sabotajes en todo el mundo y al que hicimos referencia antes, reveló años después: “Había muchos cargamentos de azúcar que salieron de Cuba y pusimos un montón de contaminantes en ellos” (20).

Ese mismo año un técnico agrícola canadiense, contratado como asesor del Gobierno cubano, recibió 5.000 dólares de “un agente de la inteligencia militar de EE.UU.” para infectar los pavos cubanos con un virus que produce la letal enfermedad de Newcastle. Como consecuencia murieron 8.000 pavos. El técnico declaró luego que aunque había estado en la granja donde se enfermaron los animales, no había administrado el virus, sino que se guardó el dinero sin hacer nada, y que los animales habían muerto por la negligencia de los cuidadores y otras causas. El Washington Post reportó que “según informes de inteligencia de EE.UU., los cubanos —y algunos norteamericanos— creen que los pavos murieron como resultado del espionaje” (21).

Warren Hinckle y William Turner han escrito en su libro sobre Cuba —citando a un participante en este proyecto—:

    Durante 1969 y 1970 la CIA desplegó una tecnología futurista de alteración del clima para afectar la cosecha azucarera en Cuba y dañar su economía. Aviones procedentes del Centro de Armas Navales de China Lake, donde esta alta tecnología fue desarrollada, sobrevolaban la isla y sembraban nubes con cristales que precipitaban lluvias torrenciales en áreas no agrícolas y dejaban áridos los cañaverales (las precipitaciones causaron mortíferas inundaciones repentinas en algunas áreas). (22)

En 1971, también según el testimonio de participantes, la CIA entregó a exiliados cubanos un virus que causaba la fiebre porcina africana. Seis semanas más tarde la  aparición de la enfermedad obligó a sacrificar 500.000 cerdos para evitar una epidemia a escala nacional. El brote, primero que tenía lugar en el hemisferio occidental, fue llamado “el hecho más alarmante” del año por la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU). (23)

Diez años después el blanco potencial fueron los seres humanos, cuando una epidemia de dengue asoló la isla. Esta enfermedad, transmitida por insectos chupadores de sangre, por lo general mosquitos, produce síntomas muy severos de gripe y dolores articulatorios agudos. Entre mayo y octubre de 1981 se reportaron 300.000 casos de dengue en Cuba con 158 muertes, 101 de las cuales eran niños de menos de  quince años (24). Documentos desclasificados han revelado que en 1956 y 1958 el Ejército de EE.UU. liberó enjambres de mosquitos especialmente criados en Georgia y Florida para comprobar si podían ser utilizados como armas en una guerra biológica. Los mosquitos eran Aedes Aegypti, el vector específico del dengue y de otras enfermedades (25). En 1967 la revista Science informó que en el centro gubernamental en Fort Detrick, Maryland, el dengue estaba entre “las enfermedades que son objeto de intensas investigaciones, y parece estar entre las que se perfilan como agentes para la guerra biológica” (26). Luego, en 1984, un exiliado cubano procesado en Nueva York, testificó que a fines de 1980 un barco navegó de Florida hacia Cuba con “la misión de transportar algunos gérmenes e introducirlos en Cuba y usarlos contra los soviéticos y la economía cubana, para iniciar lo que se llamaba la guerra química, la cual produjo resultados que no esperábamos, porque creímos que sería utilizada contra las fuerzas soviéticas, y fue usada contra nuestra propia gente y con eso no estuvimos de acuerdo” (27).

No queda claro en este testimonio si el cubano pensaba que los gérmenes sólo actuarían en los rusos por algún extraño mecanismo, o si fue engañado por los que estaban detrás de la operación.

Nunca se conocerá toda la extensión de la guerra biológica y química contra Cuba. A través de los años el Gobierno de Cuba ha culpado a EE.UU. por otras numerosas plagas que afectaron diversos animales cosechas (28). Y en 1977, documentos de la CIA recién dados a conocer, revelaron que la Agencia “mantuvo un programa clandestino de investigación bacteriológica contra las cosechas con miras a utilizarlo durante los años 60 en varios países de todo el mundo” (29).

Llegó a suceder que EE. UU. sintió la necesidad de poner algunos de sus conocimientos de guerra biológica y química en manos de otras naciones. Como en 1969, cuando unos quinientos cincuenta estudiantes de treinta y seis países completaron cursos en la Escuela Química del Ejército en Fort McClellan, Alabama. Esta instrucción era impartida como preparación “defensiva” contra tales armas —del mismo modo que se hizo con la tortura en el caso de Vietnam, como ya vimos. Tal como describiremos en la sección de Uruguay, la fabricación y el uso de bombas eran enseñados bajo la cobertura de combatir a los terroristas (30).

La ingenuidad presente en la guerra química y biológica contra Cuba se puso de relieve en algunos de las docenas de planes para asesinar o humillar a Fidel Castro. Diseñados por la CIA o por exiliados cubanos, con la cooperación de mafiosos norteamericanos, los planes iban desde envenenar los tabacos y la comida con un químico que le haría perder el pelo y la barba, hasta administrarle drogas justo antes de que pronunciara un discurso. Hubo también los atentados más tradicionales con pistolas y explosivos, y uno de ellos consistió en bombardear desde el aire un estadio de béisbol mientras Fidel hablaba, pero el B-26 fue alejado por el fuego antiaéreo antes de que pudiera alcanzar el lugar (31). Lo que ha permitido a Castro permanecer vivo hasta hoy es una combinación de medidas de la Seguridad cubana, agentes infiltrados entre los conspiradores, incompetencia de estos y pura suerte.

También se atentó contra la vida de Raúl Castro y del Che Guevara. Este último fue el blanco de un disparo de bazuca contra el edificio de la ONU en Nueva York en diciembre de 1964 (32). Varios grupos de exiliados cubanos han llevado a cabo actos de violencia con regularidad durante décadas en EE.UU. con relativa impunidad. Uno de ellos, el llamado Omega 7, cuyos cuarteles están en Union City, Nueva Jersey, fue caracterizado por el FBI en 1980 como “la organización terrorista más peligrosa en Estados Unidos” (33). Los ataques contra Cuba misma comenzaron a disminuir a fines de los 60, debido probablemente a la falta de resultados satisfactorios combinada con el envejecimiento de los atacantes, y los grupos de exiliados buscaron sus blancos en los propios EE.UU. y en otras partes del mundo.

Durante la década siguiente, mientras la CIA continuaba entregando dinero a la comunidad de exiliados, más de cien “incidentes” serios tuvieron lugar en EE.UU. cuya responsabilidad fue reclamada por Omega 7 y otros grupos (dentro de esta comunidad, la distinción entre un grupo terrorista y uno no terrorista no es muy precisa, con frecuencia se solapan identidades y se rebautizan). Explotaron bombas en más de una ocasión en la misión soviética ante la ONU, su Embajada en Washington, sus automóviles, un barco soviético fondeado en Nueva Jersey, las oficinas de la línea Aeroflot; un número de rusos fue herido como consecuencia de estos ataques; también fueron colocados explosivos en varias ocasiones en la misión cubana ante la ONU y su Sección de Intereses en Washington; numerosos ataques a diplomáticos cubanos fueron planeados, incluido un asesinato al menos; una bomba fue descubierta en la Academia de Música de Nueva York en 1976 poco antes de que comenzara una celebración por el aniversario de la Revolución cubana; dos años más tarde explotó una bomba en el Lincoln Center, después de una actuación del ballet cubano... (34)

La acción aislada más violenta de todo este período fue la voladura de un avión de Cubana de Aviación poco después de despegar de Barbados el 6 de octubre de 1976, en la cual murieron 73 personas, incluido todo el equipo juvenil de esgrima cubano que acababa de obtener el campeonato panamericano. Los documentos de la CIA revelaron más tarde que el 22 de junio, un oficial de la Agencia en el extranjero informó a las oficinas centrales que uno de sus informantes le contó de un grupo de exiliados cubanos que planeaban hacer explotar un avión de Cubana en vuelo de Panamá a La Habana. El líder del grupo era un médico llamado Orlando Bosch. Cuando el avión estalló en octubre, la organización de Bosch se atribuyó el atentado. El cable muestra que la CIA tenia los medios para penetrar en este grupo, pero no hay indicio alguno de que la Agencia vigilara de forma especial al mismo debido a sus planes, ni se alertó a La Habana (35). En 1983, mientras Orlando Bosch se encontraba preso en Venezuela acusado de ser el autor intelectual del hecho, la Comisión de la Ciudad de Miami proclamó el “Día del Dr. Orlando Bosch” (36). Vale aclarar que en 1968 Bosch había sido condenado por atacar con una bazuca un barco polaco en el enclave floridano.

Los propios exiliados han sido con frecuencia maltratados por estos grupos. Quienes visiten Cuba por cualquier razón, o se atreven a sugerir en público, aunque sea tímidamente, un acercamiento con su patria, han sido blanco también de atentados, al igual que grupos de norteamericanos que abogan por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el fin del embargo. Lo mismo ha ocurrido con agencias que organizan viajes hacia Cuba y con una compañía farmacéutica en Nueva Jersey que envió medicinas a la isla. Los que proponen el diálogo han sido reducidos al silencio de la peor manera en Miami, mientras que la policía, funcionarios públicos y la prensa miran discretamente hacia otro lado cuando ocurren actos de intimidación, cuando no demuestran abiertamente su apoyo a los grupos anticastristas (37). En Miami y en todas partes, la CIA ha empleado exiliados para espiar a sus compatriotas —en apariencia para descubrir a los agentes encubiertos de Castro- con el fin de abrirles expedientes al igual que a los norteamericanos que se asocien con ellos (38).

Aunque siempre ha existido la tendencia en extremo lunática dentro de la comunidad de exiliados (en oposición a la tendencia normalmente lunática) que insiste en que Washington ha vendido su causa, a través de los años sólo ha habido algún que otro arresto y condena ocasional de un exiliado cubano por un ataque terrorista, tan ocasionales que la comunidad sólo puede asumir que Washington no ponía gran interés en ello. Los grupos de exiliados y sus miembros principales son bien conocidos para las autoridades, pues los anticastristas no han evitado demasiado la publicidad. Al menos hasta principios de los 80 se entrenaban abiertamente en el sur de Florida y en el sur de California, y en la prensa aparecieron sus fotos exhibiendo armas (39). La CIA, con sus incontables contactos e informantes entre ellos, pudiera llenar muchos de los vacíos de información del FBI o la policía, si lo deseara. En 1980, en un informe detallado sobre el terrorismo del exilio cubano, The Village Voice de Nueva York escribió:

    Dos historias fueron extraídas de funcionarios de la policía de New York [...] “Sabes, es gracioso”, dijo uno con precaución, “ha habido una o dos cosas... pero vamos a decirlo de esta forma. Tú avanzas en un caso y de repente el polvo es sacudido. Caso cerrado. Le pides ayuda a la CIA y ellos dicen que no están realmente interesados. Tú captas el mensaje”. Otro investigador dijo que estaba trabajando en un caso de narcóticos que involucraba a exiliados cubanos hace un par de años y los registros telefónicos mostraban que llamaban con frecuencia a un número en Miami. Dijo que había rastreado el número y averiguó que era el de una compañía llamada Zodiac “que resultó ser una cobertura de la CIA”. Entonces abandonó su investigación (40).

En 1961, entre muchas fanfarrias, la administración Kennedy dio a conocer su programa maestro: la Alianza para el Progreso. Concebida como una respuesta directa a la Cuba de Castro, debía probar que se podían llevar a cabo verdaderos cambios sociales en Latinoamérica sin recurrir a revoluciones o al socialismo. “Si las únicas alternativas para los pueblos de Latinoamérica son el régimen existente y el comunismo, entonces escogerán el comunismo de manera inevitable”, dijo Kennedy (41). El programa multimillonario de la Alianza estableció un ambicioso grupo de metas que esperaba alcanzar a fines de la década: crecimiento económico, distribución de ingresos más equitativa, reducción del desempleo, reforma agraria, educación, vivienda, salud, etc. En 1970, el Twentieth Century Fund de Nueva York —cuya lista de oficiales puede leerse como un Quién es Quién en el mundo gubernamental e industrial- llevó a cabo un estudio para evaluar cuán cerca había llegado la Alianza a tales metas. Una de las conclusiones fue que Cuba, que no recibió dinero alguno, se había

    “acercado más a algunos de los objetivos de la Alianza que la mayoría de sus miembros. En educación y salud pública, ningún país de Latinoamérica ha desarrollado programas tan ambiciosos y abarcadores nacionalmente. La economía centralizada de Cuba ha hecho más para integrar al sector urbano y rural (a través de una política de distribución del ingreso nacional) que las economías de mercado de otros países latinoamericanos" (42).

La reforma agraria cubana también fue reconocida como la más abarcadora del continente, aunque el estudio tomó una actitud de “compás de espera” hacia sus resultados (43).

Estos y otros logros económicos y sociales fueron alcanzados a pesar del bloqueo y del extraordinario volumen de recursos y esfuerzo que Cuba se ve obligada a dedicar a su defensa y seguridad debido a la hostilidad del gigante del Norte. Además, aunque no estaba entre los objetivos declarados de la Alianza, hubo otra área de importancia universal en la cual Cuba se apartó de muchos de sus vecinos latinoamericanos: no hubo “desaparecidos”, ni escuadrones de la muerte, ni tortura rutinaria y sistemática. Cuba se había convertido en lo que Washington siempre temió: un buen ejemplo para el Tercer Mundo.

Paralelamente a la beligerancia militar y económica, EE.UU. ha mantenido una incansable ofensiva propagandística contra Cuba. Numerosos ejemplos de esto, en  relación con otros países, pueden ser leídos en las secciones respectivas de este  libro. Además de su vasto imperio periodístico a nivel mundial, la CIA ha mantenido una verdadera fábrica de noticias y artículos anticastrista en EE.UU. durante décadas. Se dice que la Agencia ha subsidiado en ocasiones publicaciones miamenses  como Avance, El Mundo, La Prensa Libre, Bohemia y El Diario de Las Américas, al igual que la AIP, una agencia de noticias de radio que elabora programas y los envía gratis a más de cien pequeñas estaciones de radio en Latinoamérica. Dos empresas de  la CIA en Nueva York: Foreign Publications, Inc. y Editors Press Service, también funcionaron como parte de la red de propaganda (44).

*

¿Era inevitable que el Gobierno de EE.UU. intentase derribar al cubano? ¿Podrían haber seguido un rumbo diferente las relaciones entre los dos países? El historial de invariable hostilidad norteamericana hacia los gobiernos de izquierda, incluso los más moderados, induce a creer que no había razón alguna para que Cuba fuese una excepción. Sin embargo, los funcionarios de Washington no desaprobaron la Revolución cubana de inmediato; hubo incluso quienes expresaron una aprobación tentativa o una perspectiva optimista; por supuesto que esto se debía a que suponían que lo ocurrido en la isla no era más que otro cambio de gobierno, del tipo de los ocurridos con monótona regularidad en Latinoamérica por más de un siglo, en los que cambian los nombres y las caras pero se mantiene la subordinación a EE.UU. Pero entonces Castro se reveló como alguien totalmente diferente. Muy pronto hizo críticas abiertas a Washington: ácidas referencias a los sesenta años de control norteamericano de la isla, a la pobreza de las masas populares, al uso de la cuota azucarera por EE.UU. como chantaje. Habló de la presencia inaceptable de la base de Guantánamo y dejó claro que Cuba seguiría una política independiente y neutral en la Guerra Fría. Por estas razones tanto Fidel como el Che Guevara habían abandonado sus prometedoras carreras burguesas (Derecho y Medicina) para llevar a cabo una revolución. Nunca pensaron en asumir otros compromisos y Washington, por su parte, no estaba preparado para convivir con tales hombres y tal gobierno.

Una reunión del Consejo de Seguridad Nacional el 10 de marzo de 1959 incluyó en su agenda la factibilidad de colocar a "otro gobierno en el poder en Cuba" (45). Esto fue antes de que Castro nacionalizase propiedades norteamericanas. Al mes siguiente, después de un encuentro con el gobernante cubano en Washington, el vicepresidente Richard Nixon escribió un memo en el que planteó que estaba convencido de que Fidel era “o increíblemente ingenuo acerca del comunismo, o un comunista disciplinado”, y que el líder cubano debía ser tratado en correspondencia con esto. Nixon escribió luego que en su momento esta opinión suya estaba en minoría dentro de la administración Eisenhower (46). Pero antes de que terminara el año, el director de la CIA Allen Dulles había decidido que era necesaria una invasión a Cuba. En marzo de 1960 fue aprobada por Eisenhower (47). Entonces vino el bloqueo que no dejó al líder cubano más alternativa que acercarse más y más a la URSS, con lo cual confirmó a los funcionarios de Washington que se trataba de un comunista. Algunos especulaban que siempre lo había sido de manera encubierta.

En este contexto es interesante destacar que el Partido Comunista cubano había dado apoyo a Batista, e incluso formó parte de su gabinete, y no se mostró partidario de Castro y sus seguidores hasta bien avanzada la contienda (48). Para mayor ironía, la CIA había enviado fondos al movimiento castrista, mientras EE.UU. continuaba abasteciendo a Batista de armas para combatir a los rebeldes; a todas luces, otro ejemplo de la labor de la Agencia para equilibrar las apuestas (49).

Si Fidel hubiera moderado su retórica en los primeros tiempos y se hubiera mostrado más diplomático, sin abandonar por ello su política de autodeterminación y socialismo (por considerarlas las mejores para Cuba o inevitables para poder realizar cambios sociales específicos), sólo habría pospuesto la apertura de las hostilidades norteamericanas, y no por mucho tiempo. Arbenz en Guatemala, Mossadegh en lrán, Jagan en Guyana y otros líderes del Tercer Mundo habían transitado otros caminos para evitar pisotear los tan sensibles “callos” de Washington, y fueron mucho menos radicales en sus programas y en sus posiciones hacia EE.UU., y aun así cayeron bajo el hacha de la CIA.

En 1996 se conoció que, en agosto de 1961, cuatro meses después de Bahía de Cochinos, Che Guevara se había entrevistado con Richard Goodwin, consejero especial de Kennedy, durante un encuentro internacional en Uruguay. Guevara envió un mensaje al presidente norteamericano: Cuba estaba dispuesta a abandonar cualquier alianza política con el bloque soviético, pagar en productos comerciales por las propiedades estadounidenses confiscadas y a considerar la disminución de su apoyo a los movimientos revolucionarios de izquierda en otros países a cambio del cese total de las acciones hostiles de EE.UU. contra la isla. De regreso a Washington, el consejo de Goodwin al presidente fue que "intensificara discretamente” las presiones económicas sobre Cuba. En noviembre Kennedy autorizó la Operación Mangosta (50).
____________________

* William Blum: "Cuba, 1959 hasta los años ochenta. La revolución imperdonable.", en Asesinando la esperanza. Intervenciones de la CIA y del Ejército de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial, cap. 30, pp.224 a 234. Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005 (original en inglés: William Blum, Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Common Courage Press, 2004).  Digitalización blog del Viejo Topo
 
 
 
   
 
 
 
 
 
 
 

'El Prenda' y sus amigos "se jaleaban" mientras realizaban "múltiples penetraciones"


De izquierda a derecha: Ángel Boza Florido, Jesús Escudero Domínguez, José Ángel Prenda Martínez, el militar Alfonso Jesús Cabezuelo Entrena y el guardia civil Antonio Manuel Escudero Domínguez.


El juez procesa a los cinco sevillanos, vinculados a los ultras del Sevilla, y confirma la "extrema gravedad" de los hechos.



"Se animaban y jaleaban entre sí", "se reían de la víctima" de tan solo 18 años, grabaron la agresión sin tener reparos de mirar a la cámara o reclamar su turno para continuar la violación. Estos detalles vienen incluidos en el auto por medio del cual el juez de Instrucción Número 4 de Pamplona ha procesado a los cinco acusados de agredir sexualmente a una joven la primera noche de las pasadas fiestas de San Fermín en Pamplona. El magistrado se refiere a "unos hechos de extrema gravedad, ejecutados en grupo y de manera reiterada, con múltiples penetraciones".


Por este motivo les imputa cinco delitos de agresión sexual y un delito de robo con violencia o intimidación (se llevaron el móvil de la chica) a los cinco acusados, que se encuentran en prisión desde que fueron detenidos la mañana del 7 de julio, unas horas después de los hechos. Se trata de los sevillanos José Ángel Prenda Martínez, Alfonso Jesús Cabezuelo Entrena (militar), Antonio Manuel Guerrero Escudero (guardia civil), Ángel Boza Florido, Jesús Escudero Domínguez. El juez les impone además una fianza de medio millón de euros. Los procesados tienen posibilidad de recurrir este procesamiento ante la Audiencia de Navarra.

 
Casi todos ellos están vinculados a la peña de seguidores radicales del Sevilla Fútbol Club, Biris Norte. Se habían desplazado desde la ciudad hispalense con motivo de las fiestas al igual que su víctima, llegada desde Madrid en coche con un amigo que se encontraba durmiendo en su vehículo cuando se produjeron los hechos. Los cinco procesados prestarán declaración por videoconferencia desde prisión el próximo 2 de septiembre.

Evidencias biológicas

 

El juez ha tenido en cuenta a la hora de procesar a los cinco la grabación que ellos mismos tomaron con su teléfono móvil, la declaración prestada por la joven -adelantada por este periódico-, los análisis de las evidencias biológicas obtenidas, y los datos obrantes en el atestado inicial elaborado por la Policía Municipal de Pamplona y sus posteriores ampliaciones, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Navarra a través de un comunicado. El juez ha rechazado distribuir el auto, en el que se incluyen numerosos datos de la violación, para proteger a la víctima.


Sobre las 3.00 horas del 7 de julio, según relata en la resolución, el procesado José Ángel Prenda Martínez, alias 'El Prenda', inició una conversación con la joven en la Plaza del Castillo. Él y sus cuatro amigos la acompañaron hacia el coche en el que ya estaba su amigo y en donde ella tenía la intención de dormir.


En el camino, aprovechando que estaba abierto el portal número 5 de la calle Paulino Caballero, del que 'El Prenda' mantuvo sin cerrar la puerta exterior, que había sido abierta con ocasión del acceso de una vecina del inmueble, agarraron a la joven "por las muñecas y la obligaron a entrar, rodeándola, y, valiéndose de su superioridad física y de la imposibilidad" de ella "para solicitar auxilio u oponerse a sus pretensiones, la sujetaron y obligaron a realizar a realizarles" varios actos sexuales.

Grabó el guardia civil

 

Mientras tanto, según expone el juez en el auto, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero Escudero "grababa además con su teléfono móvil los hechos con el consentimiento de los demás, que se dirigieron en varias ocasiones a la cámara". Después se apoderaron del teléfono móvil que la víctima llevaba en su riñonera y abandonaron el portal dejando dos tarjetas de memoria del teléfono y la funda.


En cuanto pudo vestirse, la joven salió al exterior y se puso a llorar hasta que dos desconocidos la atendieron y llamaron a la policía cuando ella les dijo que había sido agredida sexualmente. Relató de inmediato lo sucedido a los agentes de la Policía Municipal, a los que dio los datos identificativos de los autores, lo que permitió su localización en la plaza de toros a la finalización del encierro y su posterior detención. En concreto, ofreció información sobre algunos de los tatuajes que llevaban los jóvenes en su cuerpo.


El juez considera que estos hechos están tipificados en el Código Penal como cinco delitos de agresión sexual con penetración o violación en los que aparecen como autores los cinco procesados "cada uno en relación con el ejecutado personalmente y como cooperadores necesarios respecto a los ejecutados por el resto", así como de un delito de robo con violencia o intimidación.

"Vejación adicional"

 

En los hechos, que se ejecutaron de forma colectiva, concurren, según el magistrado, tres circunstancias agravantes: un trato degradante o vejatorio –se aprecia en la grabación "cómo los procesados se reían de la víctima siendo además una vejación adicional el mero hecho de la grabación"–, una "actuación conjunta de varias personas" y el hecho de que la víctima "era especialmente vulnerable, tratándose de una chica de 18 años que se encontraba sola".


Para el juez, las declaraciones de la víctima son "consistentes y coherentes desde su relato inicial a las personas que la encontraron llorando en cuanto salió del portal y a los agentes de la Policía Municipal de Pamplona que llegaron a atenderla en el primer momento hasta su posterior denuncia en dependencias policiales y declaración en sede judicial".


Según el juez, no cabe oponer pequeñas inconsistencias o errores en aspectos periféricos de su relato, como el de la ubicación y trayecto exactos -la joven en un primer momento sitúo la agresión en otra calle-, que se producen en una ciudad en la que no reside, o el del número de agresores -la chica habló de cuatro personas-, que por otra parte consta con claridad tanto en la grabación de los hechos como en las de las cámaras exteriores.

Ningún consentimiento

 

En ningún caso, afirma el magistrado, cabe apreciar ningún consentimiento de la víctima cuando por el contrario la grabación pone de manifiesto una dinámica de los hechos incompatible con la aceptación o tolerancia de los actos de acceso carnal ejecutados sobre ella, en un evidente abuso de una situación de superioridad física.


Además, prosigue el juez, el propio hecho de la grabación refuerza la existencia de una situación de absoluta ausencia de consentimiento o tolerancia, al igual que el hecho de la posterior sustracción del teléfono, sin que de contrario pueda estimarse relevante el hecho de que la víctima no padeciera lesiones ante la superioridad física coactiva y colectiva empleada para lograr los múltiples accesos carnales a que los procesados la sometieron.


Sobre el robo del teléfono, el juez apunta a que el objetivo era evitar que la joven pudiera solicitar auxilio inmediato tras abandonar los procesados el lugar, aunque tampoco descarta que quisieran incorporarlo a su patrimonio o de deshacerse de él para provocar un perjuicio adicional a la víctima.


 http://www.elespanol.com/espana/politica/20160809/146485697_0.html






martes, 9 de agosto de 2016

De toros otra vez



Quienes me lean habitualmente saben que, un verano tras otro, lanzo mi grito de protesta contra las infinitas fiestas veraniegas basadas en la tortura a animales no humanos por parte de animales humanos mucho más bestias que sus víctimas. Mientras esto siga ocurriendo, lo repetiré sin cansancio: detesto pensar que hay personas que se regocijan con la tortura y la muerte de otros seres vivos. Rechazo la idea de que nosotros somos superiores a cualquier otra especie y podemos usar al resto de los pobladores del planeta a nuestro antojo, sin ninguna consideración.


QUIENES AMAN LAS CORRIDAS NO SON
MÁS ESPAÑOLES QUE QUIENES LAS ODIAMOS


Me niego a llamar fiesta a un espectáculo sangriento, y cultura a un acto de violencia y muerte. Y, por añadidura, me avergüenza pensar que para muchos, dentro y fuera de nuestro país, algo tan horroroso como los toros sea un símbolo que nos identifica, la fiesta nacional por excelencia: quienes aman las corridas no son más españoles que quienes las odiamos, aunque los unos y los otros pertenecemos a dos Españas no sólo ­diferentes sino incluso contrapuestas.


La protesta contra ese tipo de festejos y contra las corridas en particular se ha visto empañada este año por la polémica en torno a la muerte de Víctor Barrio. Las barbaridades vertidas por algunos supuestos antitaurinos en las redes han perjudicado una lucha que debe ser tan firme como pacífica: sólo mediante la razón conseguiremos vencer a quienes consideran que la violencia es algo banal e incluso divertido, y la violencia ejercida por esos descerebrados contra el torero muerto y sus familiares es tan condenable como la que ellos ejercen contra los toros. Las palabras quizá no maten, pero también hieren.


Ahora bien: todos sabemos que por las redes pululan gentes llenas de odio que aprovechan cualquier ocasión para expresarse. Cada vez que ocurre una catástrofe o que una persona conocida sufre un percance, miles de personas se dedican a escribir estupideces y a hacer daño. La muerte de un torero –tan lamentable como la de cualquier otro ser humano– no escapa a las normas de indecencia, agresividad y estulticia que inundan las redes. Convertir eso en un machacón asunto de primera plana, como si nadie más hubiera sido nunca agredido en el complejo territorio de la palabra virtual, es a fin de cuentas aprovechar algo muy feo para defender lo ­indefendible.


 http://www.magazinedigital.com/opinion/toros-otra-vez








Petróleo venezolano y emigración cubana: nuevo tsunami desinformativo [+ video]



José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.─ Es una noticia que se repite, una y otra vez, cada temporada, desde hace más de diez años: el anticipo de un shock económico y social en Cuba a causa de la caída en el suministro petrolero desde Venezuela (1) (2) (3).


En julio, el presidente Raúl Castro reconocía que, efectivamente, dicho suministro ya ha comenzado a verse afectado (4). Los medios no tardaban en construir las hipótesis más catastrofistas, con un escenario asegurado: el regreso a la Isla de los apagones de los años 90, tras el fin del petróleo soviético (5).

El diario español “El Mundo”, mediante su corresponsal en Caracas Daniel Lozano, anticipaba un “nuevo 'tsunami' económico” en la Isla (6).

Apoyaba sus predicciones en tres supuestos “analistas expertos”. Prueba de la “pluralidad de puntos de vista” que caracteriza a la prensa internacional, los tres eran –cómo no- contrarios al Gobierno cubano.

El historiador Armando Chaguaceda, presentado por “El Mundo” como “una de las voces cubanas más clarividentes en el exterior”, anticipaba para la Isla “un escenario haitiano” en un país que “puede explotar”.

Y recurría a la ya clásica utilización política del fenómeno migratorio: “los jóvenes tienen que irse (de Cuba) –decía- ante la falta de cambios económicos profundos, las inexistentes garantías jurídicas y la ausencia de cambios políticos".

Claro. Entonces, ¿por qué un país como El Salvador, que durante décadas aplicó esos “cambios económicos profundos” que –supuestamente- frenarían la emigración cubana, hoy tiene -en relación a su censo- más del doble de población en EEUU que Cuba (7)? ¿Cómo es qué Jamaica, sin leyes que privilegien a sus migrantes, tiene el 25 % de su población en EEUU, frente al 9 % de Cuba (8)?

En el último año, es cierto, ha aumentado la cifra de emigración cubana a EEUU. Pero la razón poco tiene que ver con un empeoramiento de las condiciones de vida en tal período. La causa directa es la hipótesis –convertida en un rumor interesado- de que –con el actual diálogo Cuba-EEUU- la Casa Blanca pudiera acabar en breve con la llamada Ley de Ajuste Cubano, es decir, con el privilegio -único en el mundo- de obtener la residencia en EEUU solo por ser cubano o cubana (9).


Esta emigración –un fenómeno común a todos los países de la región y con cifras nada extraordinarias en Cuba- es convertida por el diario “El Mundo” en prueba de que "todos se van" de la Isla, y causa de que este país tenga ya casi un “20% de ancianos” (10). Curiosamente, este envejecimiento –presentado con tintes catastrofistas- no es una tendencia demográfica de los países más pobres, sino del llamado Primer Mundo. España, por ejemplo, tiene un 22,7 % de personas mayores de 60 años (11).


Pero nada de esto nos lo contará el periodista Daniel Lozano, uno de tantos francotiradores a sueldo contra Cuba y Venezuela (12) (13). Tampoco su “clarividente” analista Armando Chaguaceda quien, de abogar –cuando vivía en Cuba- por “la participación comunitaria” y un “socialismo más democrático” (14), ha pasado a defender, desde la prensa de México (15), la política de presión de EEUU a Cuba y el condicionamiento de cualquier diálogo con La Habana a sus cambios políticos (16).


Por cierto, se nos ocurre una pregunta al profesor Chaguaceda, hoy residente en México: si de Cuba “los jóvenes tienen que irse ante la falta de cambios económicos (y políticos) profundos” –como asegura-, ¿por qué se van de México, que tiene doce millones de migrantes en EEUU? ¿Será que allí habrá una Ley de Ajuste… Mexicano?





 Petróleo venezolano y emigración cubana: nuevo tsunami desinformativo



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 El diario español “El Mundo”, mediante su corresponsal en Caracas Daniel Lozano, anticipaba un “nuevo 'tsunami' económico” en la Isla. Apoyaba sus predicciones en tres supuestos “analistas expertos”. Prueba de la “pluralidad de puntos de vista” que caracteriza a la prensa internacional, los tres eran –cómo no- contrarios al Gobierno cubano.

Fuente original: http://www.cubainformacion.tv/index.p...